El Frente Polisario ha anunciado un ataque con proyectiles contra instalaciones militares marroquíes cerca de Esmara, en el Sáhara Occidental invadido por Marruecos. Las milicias saharauis afirman haber causado víctimas y destrozos, aunque las autoridades marroquíes han desmentido categóricamente estas afirmaciones.

En un comunicado difundido por la agencia oficial saharaui SPS, el Ejército de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD) señaló: «Unidades avanzadas de los Leones de nuestro heroico ejército han realizado este viernes, 27 de junio, un bombardeo concentrado contra las bases de retaguardia del enemigo en la zona de Esmara».

La milicia saharaui añadió en su declaración: «Este bombardeo ha causado un estado de pánico y miedo entre los soldados enemigos y su cobarde dirigencia. Las columnas de humo se han podido ver en las zonas atacadas», destacando el impacto visual y psicológico del ataque en las filas contrarias.

Además, el texto subraya que los avanzados sistemas de defensa marroquíes no lograron repeler los proyectiles y advierte que las operaciones militares continuarán «hasta que los ocupantes invasores sean expulsados del país», reafirmando su determinación en el conflicto por el control del Sáhara Occidental.

Por su parte, fuentes marroquíes citadas por la agencia Hespress indicaron que los cuatro proyectiles detectados no causaron daños materiales ni personales. Aclararon que cayeron en una zona deshabitada cercana a instalaciones de la MINURSO, lejos de áreas pobladas o bases militares.

Esmara, una de las principales ciudades del norte del Sáhara Occidental, se encuentra próxima al muro de separación erigido por Marruecos para frenar ataques de las milicias saharauis, asentadas en la franja oriental del territorio y en Argelia, país aliado clave del Frente Polisario.

El Sáhara Occidental, antigua colonia española, fue ocupado por Marruecos en 1975 pese a la oposición del Frente Polisario. Tras una guerra hasta 1991, se acordó un alto el fuego para un referéndum de autodeterminación, frustrado por discrepancias sobre el censo y la inclusión de colonos marroquíes.

El conflicto ha sufrido reveses para los saharauis, como el apoyo de España y Francia al plan de autonomía marroquí, considerado una traición por el Polisario. Estados Unidos también respalda esta propuesta; en 2020, Donald Trump reconoció la soberanía marroquí sobre el territorio.