Un grupo de delincuentes de nacionalidad marroquí incendió este martes un vehículo aparcado junto a la comisaría de los Mossos d’Esquadra en Vic, Barcelona, capital de la comarca de Osona. El objetivo, según fuentes, era eliminar pruebas antes de la intervención de la policía científica.
Los hechos ocurrieron hacia la medianoche y se prolongaron hasta la una, cuando los Bomberos de la Generalidad de Cataluña extinguieron el fuego. También acudieron agentes de la Guardia Urbana de Vic y de los Mossos, quienes detuvieron a un magrebí de 23 años con quemaduras, como presunto autor material.
El detenido, con una decena de antecedentes policiales, habría incendiado un coche robado y custodiado por los Mossos, inmovilizado fuera de la comisaría por estar vinculado a un delito. Está acusado de obstrucción a la justicia por intentar borrar pruebas, según fuentes cercanas.
Los Mossos d’Esquadra han denunciado la «impunidad» con la que actúan algunos delincuentes, como en este caso de Vic, donde quemaron un vehículo con pruebas frente a la comisaría. También critican la dejadez institucional y el creciente desprecio hacia los agentes en las calles.
El comisario jefe de la Región Metropolitana Norte, Sergi Pla, expresó su frustración por la violencia contra los policías: «No se acaba nunca y estamos hartos. No estamos obligados a dejarnos pegar, ya es suficiente». Ha destacado casos donde agentes resultan heridos en enfrentamientos.