Una fuerte explosión sacudió este jueves el bar Casa Javi, ubicado en la pedanía de Lo Pagán, en San Pedro del Pinatar (Murcia), dejando un saldo de 17 heridos, de los cuales tres presentan heridas de gravedad. El suceso tuvo lugar al mediodía, causando importantes daños materiales en el edificio, aunque las causas del estallido aún no han sido determinadas por las autoridades.

El Centro de Coordinación de Emergencias recibió más de una veintena de llamadas alertando sobre la explosión en la calle Torres Fontes, registradas a las 12:23. La magnitud del incidente movilizó de inmediato a diversos cuerpos de seguridad y asistencia para atender la emergencia en el lugar de los hechos.

Al escenario acudieron patrullas de la Policía Local, efectivos del Servicio de Emergencias y Protección Civil del Ayuntamiento, bomberos del Consorcio de Extinción de Incios y Salvamento de la Región de Murcia, así como ambulancias y personal sanitario de la Gerencia de Urgencias y Emergencias Sanitarias 061.

Una fuente policial ha revelado que el establecimiento, regentado por una mujer de nacionalidad marroquí, acumula numerosas actas de sanción. Según esta fuente, se le acusa de «causar molestias a los vecinos, ruidos, música alta, consumo de estupefacientes, prostitución ilegal y peleas».

Además, una fuente del Ayuntamiento de San Pedro del Pinatar ha confirmado que los vecinos habían iniciado una recogida de firmas para exigir el cierre del local. Según esta fuente, «había peleas constantes y pedían el cierre del negocio» debido a los problemas generados.

Casa Javi cuenta con licencia de apertura como bar con cocina. Actualmente, se ha abierto una investigación para esclarecer las causas de la explosión, y una hipótesis que se maneja, según la fuente municipal, es que «pudo ser por una bombona de gas butano».

El local se encuentra en la intersección de la avenida Salzillo con Doctor Torres Fontes, en una zona turística de Lo Pagán, conocida por sus playas junto al Mar Menor y por el mercadillo semanal, lo que incrementó el impacto del suceso en plena hora punta de afluencia.

La deflagración afectó a trece personas, en su mayoría usuarios que realizaban compras en los puestos del mercadillo, según testigos. La hora punta contribuyó a que el incidente tuviera un mayor alcance entre los transeúntes que se encontraban en el lugar.

Aunque el bar estaba cerrado, ya que no abre por las mañanas, entre los heridos se encuentra la propietaria de origen marroquí, que se encuentra en estado muy grave. El alcalde, Pedro Javier Sánchez Aznar, calificó el local como «un establecimiento conflictivo», aunque confirmó que «no hay muertos».

Los daños materiales se concentran en la fachada, paredes y cristales del edificio. Según el alcalde, «el edificio no ha sufrido daños estructurales», y los dos pisos superiores, que no están habitados, tampoco resultaron afectados ni sus posibles residentes.

Los heridos más graves, dos de ellos, fueron trasladados al Hospital Virgen de la Arrixaca en Murcia. Otros tres fueron llevados al Hospital Santa Lucía de Cartagena, mientras que el resto se distribuyó entre el Hospital Los Arcos de San Javier y el centro de salud de Lo Pagán.