El ministro de Exteriores británico, David Lammy, afirmó este domingo en Rabat que el plan marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental es la opción «más creíble, viable y pragmática» para resolver el conflicto de la excolonia española. En una comparecencia con Naser Burita, su homólogo marroquí, señaló que Reino Unido actuará en base a esta postura a nivel bilateral, económico e internacional.

Lammy destacó que Londres reconoce «hasta qué punto el Sáhara es importante para Marruecos» y reiteró su apoyo a los esfuerzos del enviado especial de la ONU, Staffan Di Mistura, para hallar una solución «duradera y aceptable» para todas las partes involucradas en el conflicto del Sáhara Occidental, que lleva décadas sin resolverse.

Por su parte, Naser Burita, ministro marroquí, afirmó que la postura de Reino Unido impulsará «un salto cualitativo» en las relaciones bilaterales, marcando «una nueva etapa». Calificó la visita de Lammy como «histórica», siendo la primera de un ministro británico a Marruecos desde 2011, y un «punto de inflexión» en los lazos entre ambos países.

Burita también subrayó la consolidación de la cooperación en áreas como economía, seguridad, defensa e inversiones. Destacó la relevancia de la posición británica, dado que Reino Unido es miembro permanente del Consejo de Seguridad y del Grupo de Amigos del Sáhara Occidental, junto a Francia, España, Estados Unidos y Rusia.

Durante el encuentro, ambos ministros firmaron cuatro acuerdos jurídicos en educación, sanidad, agua e inversiones, además de un comunicado conjunto. La postura de Reino Unido representa un cambio en su diplomacia tradicional, alineándose con países como Estados Unidos, Francia, España, Alemania y Bélgica en apoyo al plan marroquí.

El conflicto del Sáhara Occidental, en la agenda de la ONU desde 1975, enfrenta a Marruecos, que controla el 80 % del territorio y propone autonomía, con el Frente Polisario, que exige un referendo de autodeterminación para decidir entre independencia o autonomía bajo soberanía marroquí.