En el barrio de la Marina de Port, en el bajo Montjuic (Barcelona), un grupo de vecinos decidió actuar por su cuenta para desalojar a okupas magrebíes de un piso en Can Clos. Hartos de la situación y relacionándolos con robos violentos en la zona, entraron al inmueble, expulsaron a los ocupantes y arrojaron sus pertenencias por el balcón de un sexto piso.

La tensión en Can Clos había crecido en los últimos días con la llegada de estos okupas. Los robos violentos, algunos a personas mayores, se dispararon y generaron incidentes de diversa intensidad. Aunque los Mossos d’Esquadra ya tramitaban el desalojo del piso, propiedad del Instituto Municipal de la Vivienda y la Rehabilitación, no actuaron a tiempo.

Tras un supuesto robo atribuido a ese grupo de magrebíes, una turba vecinal, mayormente de etnia gitana, irrumpió en el piso. Expulsaron a los cinco okupas magrebíes y lanzaron sus objetos, como ropa y muebles, por el balcón. Las imágenes grabadas por los propios vecinos muestran cómo las pertenencias se destrozaron al caer a la calle.

Los Mossos acudieron al lugar para proteger a los desalojados y evitar males mayores, trasladándolos a comisaría. El desahucio se concretó y el Instituto Municipal tapió el piso con puertas de seguridad. Fuentes policiales afirman que, sin los okupas, la calma ha vuelto al barrio de la Marina de Port.