En estas últimas horas se ha hecho viral en redes sociales un video que muestra el conflicto a tiros en el que perdió la vida el inmigrante egipcio Muhammad Sitta, de 23 años. El agresor fue abatido por un policía tras apuñalar a varios transeúntes al azar durante la pasada Nochevieja en Villa Verucchio, en la provincia de Rimini (Italia).

El suceso ha generado debate sobre la actuación policial. Ayer, la fiscal sustituta Sara Posa solicitó archivar la investigación contra el sargento Luciano Masini, acusado de exceso colposo en legítima defensa. Según la Fiscalía, Masini actuó correctamente, sin otra opción que disparar para protegerse a sí mismo y a terceros.

Aquella noche, Sitta sembró el terror en las calles al atacar con un cuchillo a cuatro personas, incluyendo a una joven y a una pareja de ancianos turistas. En su poder llevaba un Corán y un rosario. En el video se observa al policía con el arma en mano, intentando disuadir al agresor, que sostiene un cuchillo sin retroceder.

Durante el enfrentamiento, alguien grita «¡Tírala!» refiriéndose al arma blanca. Masini, desesperado, pregunta al agresor: «¿Quieres morir?». Sin embargo, Sitta no cede y profiere frases en árabe. Según NotebookLM, la inteligencia artificial de Google, recita la Shahada: «No hay Dios sino Alá, Mahoma es el Mensajero de Alá».

Momentos después, Sitta avanza amenazante hacia el policía, quien dispara inicialmente al suelo. Ante la persistencia del agresor, que no suelta el cuchillo en su mano derecha, Masini se ve forzado a disparar de forma letal, acabando con su vida. El video, ya en poder de los investigadores, omite las últimas escenas.

Las imágenes no son aptas para público sensible. En ellas se aprecia el esfuerzo de Luciano Masini por evitar un desenlace fatal, enfrentándose a una situación límite. Este trágico episodio deja interrogantes sobre la seguridad y la actuación policial en momentos críticos.