La Consejería de Políticas Sociales y Salud Pública, mediante la Dirección General de Salud Pública, ha informado de un nuevo caso de rabia animal en la Ciudad Autónoma de Melilla. Se trata del cuarto diagnóstico en 2025, detectado en un perro mestizo de cinco meses, procedente de Marruecos.

El caso fue confirmado por el Centro Nacional de Microbiología del Instituto Carlos III tras analizar una muestra enviada el 3 de junio. Los resultados, obtenidos al día siguiente, verificaron la presencia de antígeno de rabia en el animal, corroborando la infección en Melilla.

El perro, de pelaje marrón y hocico negro, ingresó a Melilla el 30 de mayo a las 21:30 horas por el puesto fronterizo de Beni-Enzar, según un informe de la Guardia Civil. Este cachorro mestizo de cinco meses cruzó la frontera y fue detectado en la ciudad española.

Posteriormente, el animal fue visto por ciudadanos en la Avenida de Europa, provenientes de la frontera. Deambuló por varias zonas de Melilla sin mostrar agresividad, hasta ser capturado por el servicio de recogida frente a un local del paseo marítimo en la ciudad.

El perro fue trasladado al Centro de Acogida y Observación de Melilla. Ese mismo día comenzó a presentar síntomas de rabia, que se agravaron rápidamente. Finalmente, el animal falleció el 2 de junio, confirmando la gravedad de la enfermedad.

Las autoridades sanitarias de Melilla han lanzado un llamamiento urgente para que cualquier persona que haya tenido contacto directo con el perro, especialmente por mordedura o saliva, acuda a la Dirección General de Salud Pública en Carrera Alfonso XIII o contacte a la Policía Local.

Además, han recordado que la rabia es una enfermedad mortal una vez que aparecen los síntomas, tanto en humanos como en animales. Por ello, instan a no tocar ni alimentar animales callejeros y a alertar de inmediato a las autoridades competentes en Melilla.

Finalmente, la Dirección General de Salud Pública ha subrayado que la vacunación antirrábica anual es obligatoria y gratuita en Melilla para perros, gatos y hurones mayores de tres meses, como medida preventiva esencial contra esta enfermedad letal.