Un hombre español de 44 años se encuentra hospitalizado y aislado en la Unidad de Cuidados Intensivos de un hospital de la Comunidad Valenciana. El paciente contrajo rabia tras sufrir una mordedura de perro durante un viaje al país africano de Etiopía en julio de 2024, y su estado es actualmente crítico.
Durante su estancia, un perro le mordió en la pierna derecha. Aunque limpió y desinfectó la herida, no buscó atención médica en ese momento ni al regresar a España, ya que se sentía bien inicialmente.
Un año después, su salud ha empeorado gravemente. Tanto él como su mujer, que no estaban vacunados, han recibido la vacuna antirrábica y la inmunoglobulina, pero el tratamiento llegó tarde. «Su situación es muy grave», ha afirmado Marciano Gómez, consejero de Sanidad.
Expertos subrayan la importancia de actuar de inmediato tras una mordedura. «Debe administrarse la vacuna el mismo día del incidente», señaló María Bononad, subdirectora médica de IMED Valencia e IMED Colón. Retrasar el tratamiento puede ser fatal para el paciente.
La rabia puede permanecer en incubación desde semanas hasta años antes de afectar el cerebro. Según Bononad, los primeros síntomas incluyen pérdida de apetito, y con el avance de la enfermedad surgen «alucinaciones» que agravan el estado del afectado.
El virus de la rabia se transmite principalmente por mordeduras de animales infectados, en un 95% de los casos por perros. España está libre de rabia desde 1978, pero en zonas como África o India, donde persiste, la vacunación es altamente recomendable.
Por ello, las autoridades sanitarias insisten en la necesidad de acudir a un centro médico de inmediato tras una mordedura en países de riesgo, independientemente de la evolución de la herida, para prevenir consecuencias tan graves como las de este caso.