La creciente inseguridad en Musques ha llevado al alcalde, Eduardo Briones (PSE), a solicitar medidas urgentes a través de una carta dirigida al juez decano de Baracaldo. En el documento, firmado también por el jefe de la Policía Local, Briones alerta sobre un aumento preocupante de actos delictivos, señalando a un grupo reducido de inmigrantes marroquíes vinculados al centro de menores de Sopuerta (Vizcaya) como los principales responsables.
Entre los incidentes más destacados, se cuentan seis robos en comercios y locales hosteleros durante las últimas dos semanas, un dato alarmante si se compara con la media habitual de uno cada dos o tres meses. Además, se han registrado intentos de okupación de viviendas y situaciones de acoso en espacios públicos, como parques infantiles. Los informes policiales apuntan repetidamente a tres jóvenes que aparecen como sospechosos habituales en estos casos.
Uno de los episodios más recientes tuvo lugar en la plaza de El Crucero, donde vecinos reportaron la presencia de jóvenes durmiendo en los baños públicos, lo que generó incomodidad entre los transeúntes. La policía identificó a dos de ellos, de 18 y 16 años, quienes admitieron estar relacionados con el centro de menores de Sopuerta. El menor de edad sigue interno en la institución, mientras que el mayor fue expulsado al cumplir los 18 años.
Algunos vecinos han comenzado a organizar patrullas vecinales para protegerse ante lo que consideran una falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades. Según Briones, estas acciones espontáneas podrían derivar en un «conato de rebelión popular» si no se aborda el problema de manera adecuada.
El alcalde ha subrayado la necesidad de reforzar la colaboración entre las fuerzas de seguridad y el sistema judicial para contener la situación. En su carta, insta a que se adopten medidas rápidas y contundentes que permitan restablecer la tranquilidad en la localidad.
Desde el centro de menores, los responsables han mostrado disposición para colaborar con las autoridades en la resolución del problema. Sin embargo, los vecinos insisten en que es necesaria una respuesta más firme y coordinada para evitar que la inseguridad siga aumentando.