La tranquilidad del barrio zaragozano de San Pablo fue nuevamente perturbada en la tarde del lunes por un violento enfrentamiento en la calle Ramón Pignatelli. La Policía Nacional recibió una llamada en su sala CIMACC 091 sobre una disputa entre vecinos en el número 60 de dicha calle.
El incidente comenzó alrededor de las ocho de la noche, cuando un hombre de origen magrebí y otro de origen rumano iniciaron una discusión verbal por un conflicto vecinal. La situación rápidamente escaló a la violencia física. Uno de los implicados rompió una botella para usarla como arma, mientras que el otro logró hacerse con una llave inglesa. En el transcurso de la pelea, el marroquí con la llave inglesa golpeó al rumano en la cabeza, causándole una herida que resultó en una hemorragia.
El hombre de origen rumano, quien había sido el herido en la cabeza, había infligido previamente una herida en el brazo a su oponente. La Policía Nacional llegó rápidamente al lugar, estableciendo un perímetro de seguridad y bloqueando los accesos para prevenir más incidentes y posibles fugas.
Hasta el momento, no se han realizado detenciones, aunque los protagonistas del altercado han sido identificados. Una ambulancia atendió al herido en la cabeza en la misma calle Ramón Pignatelli, mientras los agentes recogían testimonios de los presentes y testigos oculares. Según fuentes de la Jefatura Superior de Policía Nacional en Zaragoza, no se han producido arrestos inmediatos.
Tras el incidente, los vecinos informaron a HOY ARAGÓN que las tensiones persistían, con amenazas continuas entre los implicados y sus allegados. «Incluso amigos de uno de los agresores amenazaban al otro para que se enfrentara a ellos sin armas ni objetos contundentes», declaró un residente.
La violencia ha vuelto a perturbar la paz en esta calle, donde los vecinos aseguran que rara vez pueden descansar tranquilos. «No pasa un día sin gritos, insultos y peleas... Es verdad que algunos edificios se han vaciado y que antes vivían personas conflictivas, pero siguen aquí», comentó una vecina que prefirió mantenerse en el anonimato.
El martes por la mañana, apenas horas después del enfrentamiento de la noche anterior, la Policía Nacional fue nuevamente requerida en la misma calle. Una llamada al 091 alertó sobre un hombre que, cerca del número 52, gritaba para que un vecino bajara del edificio, amenazándolo con «darle lo suyo».
No se ha confirmado si este nuevo incidente estaba relacionado con el de la noche anterior y si involucraba a los mismos individuos. Los residentes de la zona están muy preocupados por el resurgimiento de episodios violentos tras un periodo de relativa calma, temiendo que algún día puedan lamentar consecuencias más graves. «Esta gente se enfrenta con cuchillos, navajas, botellas rotas, palos de hierro... No tienen miramientos y si un día se descontrolan más, podría haber víctimas fatales», advirtió una vecina a HOY ARAGÓN.