La violencia machista ha asolado de nuevo Algemesí con un crimen atroz. Alejandra Villegas, venezolana de 43 años, y su hijo Samuel, de solo dos años, han sido asesinados presuntamente por su pareja. La mujer recibió más de diez cuchilladas, mientras que el pequeño fue asfixiado. Vecina del municipio desde hace tres años, Alejandra llegó embarazada y llevaba siete años con su agresor, un hombre que la sometía a constante maltrato, aunque no existían denuncias previas por temor a perjudicarlo.
El presunto autor, Leonardo David A. R., colombiano de 34 años, fue detenido en el domicilio familiar, ubicado en el número 29 de la calle Parque Salvador Castell de Algemesí. Agentes de la Policía Nacional y Local lo arrestaron tras confesar sus actos al llegar las fuerzas del orden, admitiendo: «He hecho una barbaridad». El arresto se produjo tras un operativo conjunto que respondió a la alerta de emergencia.
Sobre las seis de la mañana, la abuela materna, de 67 años y con Alzheimer, alertó a los servicios de emergencia al escuchar el ataque. Vivía con la pareja desde hacía meses y dormía con el móvil cerca, por petición de su hija, quien temía a su agresor. Bajó a la calle a pedir ayuda, lo que, según su hijo Andrés, hermano de la víctima, le salvó la vida: «Eso le ha salvado, si no, también estaría muerta».
Patrullas de la Policía Local y Nacional acudieron de inmediato al lugar, deteniendo al colombiano de 34 años como presunto autor de dos asesinatos con agravante de género. Según fuentes, Alejandra sufrió más de diez cuchilladas en cuello y torso, mientras que Samuel, quien cumpliría tres años el 27 de julio, fue asfixiado. La brutalidad del crimen conmociona a la localidad valenciana.
Dos ambulancias llegaron al domicilio, pero los esfuerzos por reanimar a madre e hijo fueron en vano. Los sanitarios solo pudieron confirmar el fallecimiento de ambos. La tragedia ha dejado una profunda huella en Algemesí, donde la comunidad lamenta la pérdida de Alejandra, de origen venezolano, y del pequeño Samuel, víctimas de la violencia machista más cruel.
La alerta al 112 la dio un vecino, a quien la abuela materna pidió ayuda tras escuchar a su hija con voz débil, como si la estuvieran ahogando. La testigo, que dormía en otra habitación, no percibió discusiones previas, solo los gritos de auxilio de Alejandra. Familiares relatan que la víctima pedía ayuda con un hilo de voz, un desgarrador indicio de la agresión sufrida.
Agentes en la escena intentaron reanimar a las víctimas junto a los sanitarios, pero las graves heridas de Alejandra, con más de diez cuchilladas, y la asfixia de Samuel hicieron imposibles los esfuerzos. La magnitud de las lesiones evidenció la violencia extrema del ataque, dejando un panorama desolador para los equipos de emergencia presentes en el lugar.
Alejandra no estaba registrada en el sistema Viogen, que protege a víctimas de violencia machista, pues nunca denunció a su agresor. Su cuñada Leidy revela que le aconsejó hacerlo ante los frecuentes episodios de maltrato, el último hace solo 20 días. «No quería denunciarlo para que no perdiera los papeles», explica Leidy, quien lamenta que intentara ocultarlo.
El Juzgado de Instrucción número cinco de Alzira ordenó el levantamiento de los cadáveres antes de las diez de la mañana. Los cuerpos fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal de Valencia para la autopsia. La Policía Científica inspeccionó el domicilio en Algemesí, mientras el grupo de Homicidios de la Policía Nacional, con apoyo de Alzira, lidera la investigación.
La delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, se personó en el lugar para conocer detalles de este nuevo caso de violencia machista en la Comunidad Valenciana. Confirmó la detención del presunto doble asesino y optó por no ahondar en los hechos mientras avanzan las pesquisas, mostrando su consternación ante un crimen que incluye violencia vicaria.