La Audiencia Provincial de Ciudad Real ha dictado una dura sentencia contra O. E. A., un maltratador y violador de 20 años y origen marroquí, imponiéndole 11 años y un mes de prisión por múltiples delitos de violencia de género contra su expareja, menor de edad durante los hechos. Entre los cargos se incluyen agresión sexual con acceso carnal, maltrato habitual, tres agresiones físicas y amenazas graves.
Los hechos se remontan al verano de 2023, cuando la víctima, de 16 años, mantenía una relación sentimental con el acusado en Campo de Criptana. Según la sentencia, él ejerció un control asfixiante sobre ella, con humillaciones, insultos y violencia física desde que retomaron la relación tras su salida de un centro de menores.
El episodio más grave ocurrió durante la feria de Campo de Criptana, cuando el condenado forzó sexualmente a la menor en su domicilio, ignorando su negativa explícita. La Audiencia ha considerado probado este hecho, que marca uno de los delitos más severos por los que se le ha condenado en este proceso judicial.
Además, el tribunal ha constatado que el acusado golpeó a la víctima en al menos tres ocasiones y le envió mensajes intimidatorios, creando un clima de temor que llevó a la menor a denunciar en octubre de 2023. Su testimonio, coherente y respaldado por testigos como su madre y una amiga, ha sido clave.
La pena se desglosa en 7 años por agresión sexual, 6 meses por maltrato habitual, 9 meses por cada agresión física y 15 meses por amenazas, con la agravante de parentesco. También se le imponen medidas de alejamiento, prohibición de contacto por cinco años y libertad vigilada tras la cárcel.
Asimismo, el condenado deberá indemnizar a la víctima con 4.000 euros por daños morales y asumir las costas procesales. El tribunal rechazó la propuesta fiscal de sustituir parte de la pena por expulsión, al constatar su arraigo familiar en España, pese a su origen marroquí.
Finalmente, aunque la Fiscalía y la acusación particular pedían 17 años de prisión, la sentencia reduce esta solicitud. La defensa, que buscaba la absolución, ya prepara un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha para intentar revertir la condena.