La cuidadora marroquí de 60 años que hace unos meses robó más de 47.000 euros a un hombre mayor con movilidad reducida en Benissanet (Tarragona) ha vuelto a delinquir en el mismo municipio. En esta ocasión ha aprovechado su empleo como encargada de las tareas domésticas en la casa de una mujer de edad avanzada, y se llevó varias joyas que más tarde vendió en un establecimiento de compraventa de oro en Reus. Los Mossos d'Esquadra arrestaron a la sospechosa este lunes tras ser identificada por el gerente de la tienda donde vendió las joyas, algunas de las cuales pudieron ser recuperadas.

La propietaria de la vivienda presentó una denuncia cuando descubrió que varias joyas familiares que guardaba en su domicilio habían desaparecido. Las autoridades sospecharon que la responsable podía ser la misma cuidadora que robó al anciano hace unos meses, ya que conocía bien la casa y las pertenencias de la dueña. Este conocimiento facilitó que la ladrona pudiera sustraer las joyas sin levantar sospechas inmediatas.

La mujer ya había sido detenida en agosto cuando robó más de 47.000 euros a un anciano con movilidad reducida a quien cuidaba, también en Benissanet. La cuidadora había obtenido la tarjeta bancaria del hombre, accedido al PIN y consiguió robar 47.370 euros realizando numerosas operaciones en cajeros automáticos.

La pareja del hombre de 85 años fue quien alertó a los Mossos d'Esquadra al notar que se habían hecho retiradas de dinero de la cuenta de su marido, a pesar de que él llevaba años sin salir de casa. La cuidadora había estado retirando dinero periódicamente desde agosto de 2023 hasta julio de este año, lo que llevó a los investigadores a identificarla como la autora de los robos.

La ladrona fue puesta a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de Gandesa, donde quedó en libertad, aunque este martes tuvo que comparecer de nuevo ante el mismo juzgado, y esta vez acusada de robar las joyas de la anciana a quien trabajaba como empleada doméstica.

La reincidencia de la cuidadora y la gravedad de los hechos han generado preocupación en la comunidad de Benissanet, donde tanto el hombre de movilidad reducida y la anciana, confiaron en ella para su cuidado y bienestar.