Por Redacción

Mohamed Laachiri y Yassine El Morabet, dos de los cuatro tripulantes marroquíes de la narcolancha que embistió una embarcación de la Guardia Civil en Barbate (Cádiz) la noche del 9 de febrero de 2024, han quedado en libertad provisional. Este trágico suceso causó la muerte de los agentes Miguel Ángel González y David Pérez, y heridas a cuatro compañeros. Así lo confirmó el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía este viernes.

Ambos entraron en el Centro Penitenciario de Puerto II (Cádiz) tras abonar fianzas de 10.000 y 15.000 euros, respectivamente, el pasado 9 de julio. El juez Ángel Rojas del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Barbate fijó estas cantidades el 4 de julio como condición para su excarcelación. La Fiscalía apoyó la medida, aunque las acusaciones, como Jucil y AUGC, se opusieron frontalmente.

Pese a su libertad, Laachiri y El Morabet tienen prohibido salir de España. Se les retiró el pasaporte y deben comparecer en el juzgado cada 15 días. Fueron arrestados hace siete meses al volver de Marruecos, donde permanecieron ocultos. Los otros dos detenidos, Abdennour El Hichou y Karim El Baqqali, piloto de la narcolancha, seguirán en prisión por ahora.

La defensa de Laachiri y El Morabet solicitó su excarcelación alegando arraigo en España. Para El Morabet se presentó un contrato de alquiler en El Cuervo (Sevilla) de sus padres y nóminas de 2023. De Laachiri se aportaron certificados de empadronamiento en Algeciras y Mijas, y uso del sistema sanitario andaluz antes del suceso. El juez no vio arraigo real en estos documentos.

Aun así, el juez mantuvo la prisión provisional, pero la hizo eludible con fianza. Argumentó que, pese a la gravedad de los delitos –dos asesinatos consumados y cuatro en tentativa–, los siete meses en prisión reducían el riesgo de fuga. En su resolución afirmó: «El riesgo de fuga puede paliarse con medidas menos gravosas para sus derechos fundamentales».

La excarcelación de un tercer tripulante, Abdennour El Hichou, detenido en mayo, fue rechazada. Su abogado alegó arraigo en Ceuta, pero el juez lo desestimó. Además, señaló que El Hichou llevaba solo dos meses preso y estuvo 15 meses oculto en Marruecos. Esto hacía probable que burlara controles fronterizos si salía en libertad provisional.

Karim El Baqqali, detenido en septiembre y piloto de la narcolancha, seguirá en prisión. Admitió su rol y justificó su actuación por necesidad económica, con hijos a cargo. Dijo que una organización le obligó a transportar alijos. Confesó pensar que el impacto fue leve y que supo de las muertes por internet, afectándole profundamente.

Las excarcelaciones de Laachiri y El Morabet coinciden con la espera de un informe pericial clave. Este determinará si la embestida fue intencionada, como sostiene la Guardia Civil, o accidental, según los detenidos. El juez decidirá si mantiene la acusación de asesinato o la rebaja a homicidio, afectando gravemente las penas posibles.

Si se confirma intencionalidad, las penas por asesinato podrían llegar a 25 años por muerte o a prisión permanente revisable si se prueba integración en una organización criminal. Si se considera accidental, sería homicidio con penas de 10 a 15 años. En caso de imprudencia grave, el máximo sería de cuatro años de cárcel.