Tras un mes en prisión, el conductor senegalés acusado de arrollar a un ciclista de 59 años en Villamayor de Gállego (Zaragoza) ha quedado en libertad provisional. En marzo, atropelló a la víctima y la abandonó en la carretera hasta su muerte. Pagó una fianza de 3.000 euros. La Audiencia Provincial de Zaragoza lo investiga por homicidio imprudente y abandono del lugar del accidente.
La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Zaragoza permitió su salida de la cárcel tras el pago de la fianza. Además, le retiraron el pasaporte y debe presentarse en el Juzgado los días 1 y 15 de cada mes. Estas medidas buscan evitar su fuga mientras la investigación judicial sobre el trágico suceso continúa adelante.
El accidente ocurrió en marzo en Villamayor de Gállego. El conductor atropelló al ciclista en la carretera y no lo auxilió. En lugar de ayudar, se detuvo solo para recoger piezas del coche que lo incriminaban. Dejó a la víctima agonizando en el arcén, donde finalmente falleció por las heridas sufridas.
A las 12.00 horas, en el kilómetro 11,6 de la A-129, en Villamayor de Gállego, tuvo lugar el atropello mortal. La Guardia Civil revisó las cámaras de la zona y con apoyo de la Policía Local halló el vehículo implicado horas después. El coche estaba en Zaragoza y mostraba claros signos de colisión.
La Guardia Civil localizó el vehículo en una calle de Zaragoza con daños frontales evidentes. Detuvieron al conductor y lo pusieron a disposición judicial. Él negó los hechos y afirmó que le habían robado el coche antes del accidente. Quedó en libertad con cargos tras su primera declaración.
Sin embargo, la Guardia Civil no detuvo la investigación del homicidio. Mediante la triangulación de teléfonos móviles, lograron ubicar con precisión a los implicados antes, durante y después del atropello. Las pruebas desmintieron la versión del conductor sobre el supuesto robo del vehículo.
Los indicios confirmaron que el conductor senegalés iba al volante cuando arrolló al ciclista. Lo acompañaban dos amigos con quienes había ido a recoger un cordero para el Ramadán. Todos huyeron sin auxiliar a la víctima, abandonándola en la vía pública donde murió por las heridas del impacto.
Los ocupantes solo pararon el coche tras el atropello para recoger los fragmentos del vehículo que se desprendieron en el choque. Su objetivo era eliminar pruebas y dificultar la investigación. No mostraron intención de socorrer al ciclista, quien falleció solo en la carretera por las lesiones.