La Policía llevó a cabo una operación en la madrugada del viernes en el barrio de Delicias, Zaragoza, donde desmanteló un punto de venta de drogas ubicado en el trastero de un edificio okupado en la avenida Madrid, número 58. Este lugar, conocido por generar problemas de convivencia, fue el escenario de la intervención policial.

Los agentes detuvieron a A. D., un joven de nacionalidad marroquí nacido en 1990, como presunto autor de un delito de tráfico de drogas. La detención se produjo después de que los policías observaran cómo A. D. entregaba una bolsita de hachís a uno de los compradores. Este hecho precipitó la acción policial, culminando en la aprehensión de pequeñas dosis de hachís listas para su venta.

La operación se inició cuando una patrulla de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Aragón, que circulaba por la avenida Madrid, vio a tres jóvenes de origen magrebí entrar en el portal del número 58. Inmediatamente, los agentes decidieron intervenir, descendiendo al área de bajos y trasteros del edificio, donde sorprendieron a A. D. en plena transacción.

Dentro del trastero, los agentes encontraron a A. D. intentando deshacerse de una funda de gafas que contenía 13 gramos de hachís y de un calcetín en el que había escondido cuatro teléfonos móviles reportados como robados. También se incautaron de una báscula de precisión y aproximadamente 500 euros en efectivo, repartidos en billetes y monedas.

Cuando los agentes se disponían a abandonar el edificio con el detenido, otros jóvenes se acercaron a la zona de los trasteros con la intención de comprar hachís, según declararon a los efectivos policiales. Algunos de ellos, intentando disimular su propósito, alegaron que iban a «visitar» a un primo.

Finalmente, A. D. fue trasladado a los calabozos de la comisaría Actur-Rey Fernando, donde permaneció hasta la tarde del sábado. Posteriormente, fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de Zaragoza, que decretó su libertad.