Los Mossos d'Esquadra y la Policía Nacional arrestaron este martes, 17 de junio, a un hombre por presuntos vínculos con el terrorismo yihadista en el centro de Montblanc (Tarragona). El dispositivo, iniciado por la mañana, se centró en una vivienda de la calle Major y culminó con la detención de un sospechoso, bajo secreto de sumario, según fuentes de ElNacional.cat.

El arrestado es Jacob Orellana, español de unos 35 años, conocido también como Yacoub tras convertirse al Islam. Este converso del Camp de Tarragona ya había sido detenido en 2015 en Valls y condenado por pertenecer a una organización terrorista que tenía como objetivo «Recuperar Al-Ándalus para el Estado Islámico»​ y que intentaba perpetrar ataques con dispositivos caseros y la llamada «pólvora blanca», cuyas instrucciones de elaboración aparecían en un manuscrito confiscado al supuesto líder, el español Antonio S.M., según ha investigado Invadidos.com. Previamente, pasó varios años en prisión por su implicación en actividades yihadistas, según ha confirmado este medio.

Orellana formaba parte de la Fraternidad Islámica, grupo para la predicación de la yihad desarticulado hace diez años en Terrassa. Durante su juicio, negó pertenecer a dicha organización o planear atentados en Cataluña, comparando «Allahu Akbar» con expresiones como «viva la virgen del Rocío» o «viva Nacho Vidal». Fue condenado a ocho años por el Tribunal Supremo, cumpliendo la condena completa.

Tras cumplir su pena, Orellana regresó a su localidad, pero las autoridades abrieron una nueva investigación al detectar posibles conexiones yihadistas. Este martes, fue detenido nuevamente en Montblanc. La vigilancia de los Mossos y la Policía Nacional llevaba días activa, y se espera su traslado a la Audiencia Nacional en Madrid para ser juzgado.

Fuentes cercanas al caso señalan que, tras su liberación, Orellana habría vuelto a implicarse en círculos yihadistas similares a los que motivaron su primera condena hace una década. La investigación sigue abierta, y los agentes continúan recabando pruebas sobre sus actividades y contactos en la zona.

Por otro lado, hace una semana, la Guardia Civil detuvo en Castellbisbal (Barcelona) a un joven de 22 años de origen magrebí, acusado de radicalización y difusión de propaganda de Daesh. Este caso refleja la constante vigilancia sobre actividades terroristas en Cataluña por parte de las fuerzas de seguridad.