En un nuevo episodio de tensión en Châteauneuf-Grasse (Alpes Marítimos, Francia), cuatro MENAS residentes de un centro de acogida para menores aislados dispararon perdigones de plástico y plomo con pistolas el pasado 6 de junio. El incidente ocurrió en una guardería cercana, resultando en una empleada herida en el cuello.
La situación generó consternación entre los padres de los niños de la guardería. Como respuesta inmediata, el alcalde, Emmanuel Delmotte, decidió proteger el establecimiento. «He ordenado barricar la guardería», afirmó, y a principios de semana se instalaron paneles de madera en las rejas perimetrales para aumentar la seguridad del lugar.
El alcalde, sin afiliación política, expresó su preocupación por la responsabilidad que recae sobre él en esta comuna de 3700 habitantes cerca de Grasse. «¿Contra quién se volverán los padres si hay otro problema? Debo garantizar este servicio público», señaló. Incluso contempla mudar la guardería, ya que no puede reubicar el centro.
El alcalde añadió resignado: «Pronto tal vez tengamos que mover el pueblo entero». Tras el incidente, dos menores bajo tutela de la ayuda social a la infancia fueron detenidos por la gendarmería. Este suceso agrava las tensiones ya existentes en la localidad por la presencia del centro de menores.
Desde hace más de dos años, el antiguo hotel Campanile de Châteauneuf-Grasse se convirtió en un centro para menores no acompañados (MENAS) debido a la crisis migratoria y la falta de plazas en otras estructuras del departamento. El alcalde ha criticado repetidamente esta decisión, que privó al municipio de su único hotel.
El edil había solicitado en varias ocasiones el cierre definitivo del centro, especialmente tras incidentes previos como los enfrentamientos de finales de marzo. Sin embargo, sus peticiones no han prosperado. La prefectura de Alpes-Maritimes ha mencionado «discusiones en curso» sobre una posible reubicación de los MENAS.
Por su parte, el departamento notificó a la asociación Pierre-Valdo, encargada de gestionar el centro, sobre irregularidades. Delmotte lamenta la situación: «No veo solución. Perdí 50.000 euros en impuestos turísticos por el cierre del hotel; pierdo, pago y encima tengo problemas», afirmó con frustración.
El alcalde ha iniciado acciones legales contra la prefectura, el departamento y la asociación Pierre-Valdo, y tras este último incidente con los disparos de perdigones, ha presentado una nueva denuncia. «Es obligatorio cerrar este centro; los problemas se trasladan a zonas rurales sin policía municipal», insistió.
Finalmente, el alcalde organizó una reunión para calmar a los padres preocupados, ya que la guardería y la escuela maternal están a solo treinta metros del centro de menores. La cercanía entre ambos lugares sigue siendo un foco de inquietud para la comunidad de Châteauneuf-Grasse.