Dos inmigrantes resultaron heridos de bala este domingo en un campamento de inmigrantes en Loon-Plage, en el norte de Francia. Según fuentes policiales citadas por Le Parisien y confirmadas por Delta FM, uno de los heridos ha fallecido, mientras que el estado del segundo es crítico. Se señala que la víctima mortal podría haber sido el objetivo del otro herido.

Este incidente ocurre apenas un día después de otro tiroteo en las cercanías del mismo campamento de Loon-Plage. El sábado, un inmigrante sudanés perdió la vida y cinco más resultaron heridos por disparos, entre ellos un menor. Según la fiscal de Dunkerque, Charlotte Huet, dos de los heridos están graves, mientras que los otros tres, incluida una mujer y un niño, sufrieron heridas leves.

En relación con los hechos del sábado, dos individuos, un hombre adulto y un joven menor de edad, han sido detenidos y puestos en custodia policial, según informó Charlotte Huet. Esta custodia podría extenderse hasta cuatro días. El Ministerio Público ha iniciado una investigación por homicidio y tentativas de homicidio en banda organizada, además de posesión de armas de categorías A y B.

La prefectura del Norte confirmó la intervención de las fuerzas de seguridad y los servicios de emergencia en este lugar, donde cientos de inmigrantes viven en condiciones precarias, esperando cruzar hacia Inglaterra.

Salomé, coordinadora de la asociación Utopia 56 en la zona, lamentó la escalada de tensiones en las últimas semanas. «Hay más de 1.000 inmigrantes en los campamentos y todo se vuelve extremadamente duro: acceso a cuidados, comida», afirmó a AFP. También denunció los «desmantelamientos semanales» que agravan la situación.

En menos de un mes, las fuerzas del orden han notado un aumento de las tensiones en la conocida zona como «jungla». El 26 de mayo, un afgano de 26 años recibió un disparo en el muslo, y días antes, otro inmigrante fue herido en la pierna con un arma de fuego.

Otros incidentes recientes incluyen a un exiliado herido en el pie por una bala y, a principios de esta semana, un nuevo ajuste de cuentas en el campamento. En este último, un yemení de 27 años sufrió tres disparos, evidenciando la escalada de violencia.