Un hombre identificado como A.H. fue acusado de ser un yihadista solitario y se sentará en el banquillo de la Audiencia Nacional este mismo martes. El fiscal pide para él siete años de prisión por delitos de autocapacitación para el terrorismo y enaltecimiento, ya que el detenido estaba planeando un ataque con un vehículo en España tras su llegada al país en 2021.

Los investigadores señalan que el acusado llevaba en prisión preventiva desde junio de 2022, por utilizar la frase «La hora ha llegado» para comunicar su disposición a cometer un atentado con una furgoneta, ya que así lo mostraban sus búsquedas en internet. Las autoridades consideran que esta frase y otros mensajes encontrados en su móvil son una muestra clara de su intención de actuar violentamente como un «lobo solitario».

El fiscal sostiene que el acusado juró lealtad al Daesh e intentó unirse a sus filas en 2015 y 2020 tras un proceso de adoctrinamiento. A partir de ahí comenzó a buscar alquileres de furgonetas en internet en marzo de 2022, poco después de un atentado con atropello en Bélgica que dejó seis muertos. Esta búsqueda se considera una prueba de que estaba planeando un ataque similar en España.

También se descubrió que el acusado había intercambiado mensajes en WhatsApp, donde repetía frases como «La hora ha llegado» y «Preparado para lo que venga», reafirmando su intención de cometer un atentado. Estas conversaciones se remontan hasta 2020 y se prolongan hasta poco antes de su detención en 2022.

Durante la investigación se encontró en su teléfono móvil un extenso material de propaganda yihadista, que incluía manuales para la fabricación de armas y explosivos, así como publicaciones de revistas vinculadas al Daesh que incitan a realizar atentados con vehículos o ataques con armas blancas. Entre los documentos hallados había también instrucciones sobre el uso de armas como el fusil de asalto AK47.

El fiscal subraya que el acusado había pasado por un proceso de radicalización desde su llegada a España en 2018, intensificándose cuando se estableció en Alicante en 2021, y en donde se le incautaron más de 157.800 archivos multimedia y más de 1.100 documentos relacionados con el extremismo, así como un mensaje que hacía un llamamiento a los lobos solitarios yihadistas en Occidente para que actúen.

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