El pasado verano ya hubo avisos de varios disturbios en un piso de menas tutelados en Teruel, situado en la calle Comadre. Este centro acoge a menores extranjeros no acompañados en Aragón, y los conflictos con vecinos y entre los propios jóvenes han sido recurrentes, generando preocupación en la zona por la seguridad y la convivencia.
En el último mes, se han registrado al menos dos incidentes graves en este piso, según fuentes consultadas por HOY ARAGÓN. El primero ocurrió entre el 23 y 24 de abril, cuando una trabajadora del centro denunció a un menor por una presunta agresión sexual. La Fiscalía de Menores confirmó la existencia de esta denuncia por tocamientos.
El Departamento de Bienestar y Familia del Gobierno de Aragón, responsable del centro, no ha emitido declaraciones sobre el caso, limitándose a respetar el trabajo de la Fiscalía y a garantizar la protección informativa de los menores involucrados. Este silencio oficial contrasta con la gravedad de los hechos denunciados en el piso tutelado.
Los problemas en la calle Comadre no cesaron. El 14 de mayo, a las siete de la tarde, la Policía Nacional fue alertada por un nuevo incidente en la zona. Dos patrullas se desplazaron al Hospital Obispo Polanco de Teruel, donde un menor del piso tutelado había sido ingresado tras recibir una puñalada en el pecho.
En el hospital, los agentes se entrevistaron con una trabajadora social del centro de la calle Comadre 10. Esta acompañaba al joven herido, de 17 años y origen marroquí, quien se encontraba en observación por una herida de arma blanca cerca del pulmón, una lesión delicada aunque no de extrema gravedad según los primeros informes.
La trabajadora explicó a la Policía que el menor había discutido con otro joven del piso, también marroquí, y que, por razones desconocidas, este último le asestó un navajazo en el pecho. Aunque la herida no parecía profunda, su ubicación cercana a un pulmón requería atención médica urgente y un seguimiento exhaustivo.
Los agentes hablaron con la víctima, quien confirmó haber tenido un enfrentamiento verbal con otro menor, describiéndolo como «sin mucha importancia». Según su relato, tras la discusión, el agresor le apuñaló cerca del pecho y huyó. El joven proporcionó detalles sobre la apariencia del atacante para facilitar su localización.
La víctima describió al presunto agresor como un joven con pantalón oscuro y sudadera negra con mangas verdes. Los médicos informaron a la Policía que el herido, aunque estable, permanecería en la Unidad de Cuidados Intensivos para realizarle más pruebas y garantizar su recuperación bajo supervisión.
Horas después, cerca de medianoche, la Sala 091 alertó de la presencia del supuesto agresor en el barrio de San Julián. Tras varias batidas, los agentes localizaron a tres varones en la calle Arquitecto Martín Aldehuela. Uno de ellos coincidía con la descripción dada por la víctima, lo que llevó a su detención inmediata.
Tras el arresto, no se encontró el arma blanca usada en la agresión. El detenido fue puesto a disposición del juez de menores, quien ordenó su ingreso en el centro de Juslibol, en Zaragoza. Esa misma noche, la Policía tuvo que volver al hospital porque la víctima intentó irse sin completar las pruebas médicas.