Por Redacción

Un inmigrante africano llamado Hame K., de nacionalidad maliense, confesó ayer en Valencia el asesinato de un sintecho rumano y la tentativa contra otro de origen español. Los hechos ocurrieron en la madrugada del 7 de febrero de 2024 bajo un puente del viejo cauce del Túria. Golpeó con una piedra en la cabeza a Sandel Branea, de 56 años y origen rumano, causándole la muerte mientras dormía. Luego atacó a un segundo indigente español dejándolo en coma, estado en el que aún permanece un año y medio después.

Tras un acuerdo de conformidad entre su defensa, liderada por el letrado Pablo Tamarit, y la Fiscalía, Hame K. fue absuelto por enajenación mental. Esa misma noche se entregó en el retén de la Policía Local de la Primera Unidad de Distrito de Valencia. Declaró a los agentes que había matado a dos hombres, aunque el segundo sobrevivió al brutal ataque bajo el puente de las Glorias Valencianas.

El segundo ataque ocurrió en la rampa de subida frente al almacén de jardinería. Ambas víctimas dormían cuando fueron agredidas por sorpresa. Por ello se le acusó de un asesinato consumado, con 15 años de internamiento como máximo, y una tentativa, con otros 8 años. Estas medidas evitarán la prisión y suman un total de 23 años en un centro psiquiátrico.

Un médico forense del Instituto de Medicina Legal de Valencia evaluó al acusado antes de su declaración. Confirmó que su trastorno delirante no le impedía responder sobre los hechos, aunque sí afecta su imputabilidad. Este trastorno anula su capacidad de juicio y reflexión. Por eso se le aplicó la eximente completa de enajenación mental y la atenuante de confesión.

Al llegar a conformidad, no fue necesario formar un jurado popular ni iniciar el juicio previsto para este miércoles. El presidente del tribunal dictó sentencia in voce. El asesino aclaró que golpeó solo una vez a Sandel Branea con una piedra de gran tamaño, no dos como se indicaba. Este detalle se corrigió en el relato de hechos probados.

Tras reconocer los hechos, el asesino será trasladado a un centro psiquiátrico. Allí revisarán su estado mental cada año para valorar su posible salida. Además, las medidas de seguridad se suspenderán por su expulsión a Malí, su país natal. También se le prohíbe regresar a España durante diez años tras esta resolución judicial.

En concepto de responsabilidad civil, deberá indemnizar con 80.000 euros a la hermana del fallecido. Asimismo, pagará 40.000 euros al segundo sintecho, de 47 años y nacionalidad española, quien sobrevivió al ataque. Este hombre sigue en coma un año y medio después de la agresión sufrida en el viejo cauce del Túria.