Este pasado martes por la noche en Beniaján, Murcia, un inmigrante magrebí de 27 años acabó en el hospital tras recibir un brutal golpe en la cabeza con un objeto contundente. El incidente ocurrió en la calle Casino, muy cerca del cuartel de la Policía Local de Murcia.

Sobre las 22:30 horas, una discusión entre dos varones escaló hasta convertirse en una violenta pelea. Según fuentes cercanas a la investigación, uno de ellos, presuntamente menor de edad, cogió un bloque de piedra del suelo y asestó un golpe en la parte posterior de la cabeza de su oponente.

El agredido cayó al suelo inconsciente, sangrando por la boca y la cabeza. Testigos presenciales alertaron de inmediato a las autoridades. La gravedad de las heridas era evidente, y la rápida intervención de los servicios de emergencia resultó crucial en esos momentos de tensión.

Agentes de la Guardia Civil y una ambulancia acudieron al lugar para atender al joven, quien permanecía sin conocimiento y con abundante sangrado, según relataron los testigos. La escena reflejaba la urgencia de la situación, mientras los sanitarios actuaban para estabilizarlo.

Un incidente adicional ocurrió cuando llegó la unidad médica de emergencia (UME). Una vecina accedió a la ambulancia junto a los sanitarios que atendían al herido. Testigos afirman que la mujer llegó a subir al vehículo, generando un momento de confusión en el lugar.

La situación provocó tensión, pero no derivó en mayores problemas. Desde la Consejería de Salud aclararon: «Se le indicó que abandonase el vehículo para permitir el trabajo del personal sanitario y lo hizo sin incidentes, no se registró agresión ni intento de agresión».

Además, algunos vecinos expresaron su malestar porque los sanitarios estaban auxiliando al joven, de origen magrebí, según comentaron en voz alta. Testigos señalaron que hubo descontento entre ciertos habitantes de la pedanía por la atención prestada al herido.

Finalmente, el hombre agredido fue trasladado de urgencia al hospital Reina Sofía de Murcia. Su estado, tras el violento impacto, seguía siendo preocupante, y los médicos trabajaban para evaluar la gravedad de las lesiones sufridas en el ataque.

Respecto al agresor, fuentes próximas al caso indican que sería un menor de 16 años, ya identificado, con rencillas previas con la víctima. Algunos testigos afirmaron que el adolescente «se defendía» tras supuestas amenazas y un escupitajo del magrebí.

El menor no presentaba lesiones ni requirió asistencia sanitaria. Este medio ha consultado a la Guardia Civil sobre un posible arresto y traslado a la Fiscalía de Menores, pero aún no hay respuesta oficial. Fuentes judiciales confirman que no se ha detenido a ningún menor.