Una ciudadana de La Coruña interpuso el sábado una denuncia en la comisaría de la Policía Nacional de Lonzas tras sufrir un presunto acoso por parte de un inmigrante de origen subsahariano. El incidente ocurrió momentos antes en la playa de Riazor, cerca de la zona de Esclavas, según ha informado Quincemil.
La mujer disfrutaba sola de un día soleado y cálido en el arenal de Riazor. En un momento, se acercó a la orilla para refrescar los pies y luego regresó a su lugar. Al acostarse en su toalla, notó cómo el hombre, de mediana edad, alto y delgado, se tumbó en calzoncillos a su lado en una toalla pequeña.
Según la denuncia, el varón dejó al descubierto su órgano reproductor por un lateral de la ropa interior. En el texto presentado en Lonzas se detalla: «Tras darse un pequeño baño, regresó y un individuo se colocó junto a ella en una toalla tipo bidé, vistiendo solo calzoncillos, mostrando su pene por un lateral».
Incomodada por la situación, la denunciante le pidió que se cubriera, pero él respondió con una pregunta ofensiva: «¿Me la quieres comer?», según su testimonio. La mujer, asustada, se levantó de inmediato, lo que provocó una reacción violenta del hombre, quien comenzó a gritarle y a lanzar arena hacia ella.
En la denuncia se recoge que el varón le gritó insultos como «eres una racista» y amenazas como «te voy a matar», mientras pateaba arena para molestarla. El texto detalla: Le recriminó su actitud y él respondió con insultos como «eres una racista de mierda, hija de puta, te voy a matar» y le tiró arena a la cara.
Ante esta situación, la mujer aclaró que no le importaba su color de piel, pero sí la incomodidad de tener a un hombre con su miembro al aire tan cerca. Según la denuncia, él la persiguió, insultándola y arrojándole arena, hasta que una pareja con niños intervino para detenerlo.
Un hombre de la pareja lo sujetó por detrás, diciéndole: «¿Pero qué haces? Déjala tranquila», pero el agresor continuó con sus insultos. La situación escaló hasta que la mujer llamó a la Policía Local, quien se personó en la playa para recabar testimonios y mediar en el conflicto, según la denuncia.
Los agentes informaron a la denunciante que no podían obligar al agresor a irse y que estar desnudo era legal, salvo que hubiera exhibicionismo lascivo o tocamientos. Le sugirieron abandonar la playa, pero él se negó. También le indicaron los pasos para presentar una denuncia formal.
En la denuncia se especifica: «La Policía Local señaló que los insultos y amenazas eran denunciables, recopilando datos y testimonios. Indicaron que estar desnudo era lícito, salvo exhibición lasciva, y le explicaron cómo proceder con la denuncia en la comisaría de Policía Nacional».
Fuentes de la Policía Nacional han confirmado a Quincemil que no intervinieron directamente en el incidente en la playa. Sin embargo, han recibido la denuncia en Lonzas y realizarán las diligencias y actuaciones necesarias para esclarecer los hechos denunciados.