Un senegalés de 67 años fue detenido en La Rioja (Logroño) por la Policía Nacional tras ser acusado de tráfico de drogas después de que su propia hija lo denunciara tras un episodio de violencia doméstica. El suceso tuvo lugar a mediados de octubre, cuando los servicios de emergencias recibieron una llamada que alertaba de una agresión en el ámbito familiar. Una patrulla encontró a la joven en el exterior del domicilio, visiblemente afectada y dispuesta a contar lo sucedido.

La mujer explicó a los agentes que vivía allí con sus padres y su hermano menor y mostró las marcas de los golpes en el rostro. Había tenido una discusión con su hermano que terminó en agresión física, y el padre, en lugar de intervenir para separar a ambos, se unió a la violencia, zarandeándola y agarrándola del pelo, mientras el hermano continuaba golpeándola en la cara.

La joven decidió revelar a los policías un secreto familiar: su padre se dedicaba al tráfico de drogas y tenía la vivienda llena de marihuana y hachís. Sin que los agentes lo pidieran, la mujer entró en una de las habitaciones de la casa y salió con dieciséis piezas de hachís, cada una envuelta en cinta aislante marrón, con un peso aproximado de 300 gramos. También entregó una báscula de precisión y tres piezas adicionales de la misma sustancia.

Los agentes se incautaron de 5,4 kilos de hachís en total, que pertenecían al hombre y estaban destinados a la venta. Esta denuncia espontánea, sumada a la agresión sufrida, llevó a la policía a detener al hombre no solo por violencia doméstica, sino también por tráfico de drogas. El padre ya tenía cuatro antecedentes, uno de ellos relacionado con el tráfico de estupefacientes.

El detenido fue trasladado a comisaría, mientras que la joven quedó a salvo y sin mayores lesiones graves. La actuación policial ha dejado al descubierto una situación familiar compleja y un historial delictivo que ahora enfrentará la justicia.