En el distrito de Sant Martí, en Barcelona, la adaptación de los menús escolares a las necesidades de los alumnos musulmanes ha desencadenado un debate sobre la equidad cultural en los colegios públicos. Según datos del Consorcio de Educación, 38 de los 47 centros educativos del distrito ofrecen actualmente menús halal o sin cerdo, ajustándose a las preferencias alimenticias de los estudiantes musulmanes. Sin embargo, durante el periodo de Cuaresma, ninguna de estas instituciones ofrece menús especiales, una práctica tradicional en el cristianismo.

El grupo municipal de VOX en Barcelona ha expresado su preocupación por lo que consideran un trato desigual. Gonzalo de Oro, portavoz de VOX en el Ayuntamiento de Barcelona, ha manifestado que no se trata de exigir menús específicos para cada religión, sino de garantizar un trato justo: «No solicitamos menús cuaresmales, pero tampoco aceptamos que se otorgue un trato preferencial a otras culturas. Debe ser equitativo para todos».

Durante una rueda de prensa, De Oro criticó al Ayuntamiento de Barcelona, liderado por el socialista Jaume Collboni, por lo que considera un desprecio hacia la religión y la cultura locales. Según De Oro, el consistorio promueve constantemente gestos hacia el islamismo, como el reconocimiento público del Ramadán, mientras descuida las tradiciones cristianas. «Ignorar nuestras raíces nos lleva a transformar Barcelona, y toda Europa, en algo que no deseamos», advirtió.

En respuesta, el Consorcio de Educación ha aclarado que los consejos escolares de cada centro son los responsables de decidir sobre los menús, basándose en las solicitudes de las familias. Además, existe una normativa que obliga a las cocinas de los centros y a las empresas proveedoras a ofrecer menús diferenciados por razones culturales, religiosas o médicas, siempre y cuando no impliquen un incremento en el costo del servicio.

VOX ha criticado esta normativa, argumentando que, aunque busca proteger la diversidad, ha resultado en una política desequilibrada que excluye las tradiciones mayoritarias del ámbito público mientras institucionaliza otras.

Estas revelaciones llegan una semana después de la respuesta viral del alcalde de Lalín, en Pontevedra, José Crespo, a las demandas de los musulmanes para eliminar el cerdo de los menús escolares de su localidad. Crespo fue firme al rechazar lo que considera un intento de imponer una cultura sobre otra. Además, expresó su deseo de aumentar el consumo de cerdo en los menús escolares, subrayando la importancia de este alimento en la economía y la cultura local. «No podemos ser forzados a cambiar nuestros hábitos y costumbres de vida», concluyó.

Cada vez más voces señalan que la implementación de menús halal en los comedores escolares podría representar un costo adicional injustificado para un sistema ya afectado por problemas presupuestarios.