La comunidad musulmana de Lalín, en Pontevedra, ha solicitado al alcalde José Crespo la exclusión de la carne de cerdo de los menús escolares. Esta petición se ha presentado en repetidas ocasiones en el ayuntamiento, reflejando las preocupaciones de este grupo sobre la inclusión de un alimento que no cumple con sus preceptos religiosos.
El alcalde Crespo ha aclarado que el municipio no tiene jurisdicción sobre la composición de los menús escolares. La responsabilidad de estos recae en los propios centros educativos, que pueden gestionar sus comedores a través de la administración educativa, el colegio mismo o, en algunos casos, las asociaciones de padres.
En cuanto a su postura personal, Crespo ha manifestado su deseo de que se aumente el consumo de cerdo en los menús escolares de Lalín. Argumenta que el cerdo es un pilar fundamental de la economía local y un símbolo gastronómico de la región. «En este municipio siempre se ha promovido el consumo de cerdo», ha declarado, subrayando que una parte significativa de la economía local depende de este animal.
Crespo reconoce que existen razones religiosas que llevan a algunas personas a no consumir carne de cerdo, pero insiste en que no se puede pedir a la comunidad local que altere sus tradiciones y costumbres. «No queremos ofender a nadie, pero Lalín es un lugar donde tratamos bien a quienes vienen de fuera», ha añadido.
El alcalde considera que los recién llegados deben adaptarse a las costumbres del lugar al que llegan, comparando esta situación con la experiencia de los gallegos que emigraron a otros países. «Cuando fuimos a otros lugares, nos adaptamos a lo que había y, si no estábamos contentos, buscábamos otro sitio», ha explicado, mencionando destinos como Cuba, Buenos Aires, Venezuela, Suiza, Centroeuropa y Andorra.
En Lalín, donde el cerdo y el cocido son elementos emblemáticos representados incluso en la escultura de la rúa Colón, Crespo subraya la importancia económica de estos productos. «Todo lo relacionado con el cocido y el cerdo es una herramienta económica de primer nivel», ha afirmado, insistiendo en que las comunidades inmigrantes deben adaptarse a las costumbres locales. «Hablamos desde la coherencia de un pueblo que ha viajado por el mundo y se ha adaptado a las costumbres de los países que lo acogieron. Aquí debe ocurrir lo mismo», ha concluido, sugiriendo que, de ser por él, instaría a los colegios a incluir más cerdo en sus menús.