Un individuo, descrito como joven corpulento y de origen africano, desató el caos al romper las lunas, ventanillas y retrovisores de al menos once vehículos estacionados y en circulación. El suceso tuvo lugar este pasado domingo 18 de mayo al mediodía, sobre las 13:00 horas, en la zona del mercado municipal del distrito de Palma-Palmilla, en Málaga.
Una unidad del Grupo Operativo de Apoyo (GOA) de la Policía Local de Málaga, formada por cuatro agentes, se desplazó al lugar tras recibir múltiples avisos de los vecinos. Allí, varios peatones les alertaron sobre un hombre negro armado con un machete de grandes dimensiones que se dirigía hacia la calle Eume. Varias patrullas de la Policía Nacional también acudieron para apoyar la operación.

Los agentes siguieron las indicaciones de los residentes y transeúntes, además de los rastros de sangre dejados por el sospechoso. A su paso, el individuo continuó causando destrozos en numerosos vehículos, hasta que fue localizado mientras ascendía por una zona montañosa del distrito.
Imágenes difundidas en el video muestran el amplio dispositivo organizado para detenerlo debido a su actitud agresiva. Finalmente, la Policía Local lo arrestó en el Monte Coronado, en la parte alta de Palma-Palmilla, donde trató de esconderse. Algunos vecinos gritaron frases como «¡Vete de aquí, negro de mierda!», y «¡Te tenemos que partir la cabeza, bastardo!», mientras el inmigrante estaba siendo trasladado hasta los vehículos policiales.
Los policías mantuvieron una distancia de seguridad y le ordenaron detenerse. Al enfrentarse a los agentes con el arma en mano, estos desenfundaron sus pistolas de forma disuasoria para proteger a los viandantes y a sí mismos, instándolo repetidamente a soltar el machete y tumbarse en el suelo, a lo que finalmente obedeció.
En ese momento, un agente confiscó el arma, identificada como un machete manchado de sangre de 45 centímetros de hoja y mango de madera. Sus compañeros inmovilizaron al detenido, quien presentaba heridas sangrantes en el rostro y espalda. Fue trasladado a un hospital bajo custodia policial y, tras ser dado de alta, lo trasladaron a dependencias policiales para su posterior puesta a disposición judicial.
Los agentes recopilaron testimonios de testigos y afectados, quienes relataron que el agresor golpeó múltiples vehículos, algunos con ocupantes en su interior y en circulación. En un recuento inicial, se registraron once vehículos dañados, con cristales rotos de lunas, ventanillas y espejos retrovisores, incluyendo, al parecer, un autobús.