La Policía Nacional ha detenido en Palma a dos argelinos acusados de patronear una patera que llegó a Mallorca el pasado 19 de junio con 22 inmigrantes a bordo. Por orden judicial, ambos han ingresado en prisión provisional tras ser considerados responsables de un grave delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.
Los detenidos, según ha informado la Jefatura Superior de Policía de Baleares, formarían parte de una organización criminal dedicada a facilitar la inmigración ilegal desde Argelia hasta España. Esta red habría gestionado el traslado de los inmigrantes, casi todos argelinos, en condiciones de extremo peligro para su integridad física.
Tras la llegada de la patera a las costas de Mallorca y la interceptación de sus ocupantes por las autoridades, los agentes de la Unidad contra Redes de Inmigración y Falsedades Documentales (Ucrif) iniciaron una investigación exhaustiva. Su objetivo era identificar y detener a los responsables de pilotar la embarcación en tan precarias circunstancias.
Las pesquisas llevaron a la localización y arresto de los dos sospechosos, también de origen argelino, como presuntos autores de delitos de favorecimiento de la inmigración irregular y vulneración de derechos fundamentales. La operación policial permitió desmantelar parte de esta red que opera entre Argelia y las costas españolas.
Según la investigación, los detenidos cobraron hasta 9.500 euros a algunos inmigrantes por el viaje. La patera, «muy sobrepasada de peso» debido al exceso de personas, carecía de medidas básicas de seguridad como bengalas, lo que incrementó el riesgo para los ocupantes durante la travesía.
Además, la Policía ha constatado que la mayoría de los inmigrantes no sabía nadar, y únicamente los dos patrones llevaban chalecos salvavidas. Esta situación de desprotección evidenció la negligencia de los responsables y el desprecio por la seguridad de los pasajeros a bordo de la embarcación.
La patera, de apenas 7,5 metros de eslora, estaba equipada con un solo motor que se quedó sin combustible durante el trayecto. Esto dejó a los inmigrantes a la deriva durante 10 de las 42 horas que duró el viaje, aumentando gravemente el peligro para sus vidas, según los investigadores.
Finalmente, tras valorar la gravedad de los hechos y el riesgo que supusieron para los inmigrantes, la autoridad judicial dictaminó el ingreso en prisión provisional de los dos detenidos. Este caso pone de nuevo en relieve las condiciones inhumanas en las que operan las redes de inmigración irregular.