Por Redacción

Más de un centenar de vecinos y okupas magrebíes se han enfrentado en el barrio de la Creu de Barberà, en Sabadell, resultando en varios heridos por arma blanca. La gravedad del episodio ha requerido la intervención de una treintena de efectivos de los Mossos d’Esquadra, incluyendo la unidad ARRO, y de la Policía Municipal.

Enfrentamiento entre vecinos y okupas magrebíes en Sabadell esta noche / Imágenes cedidas

Durante los altercados, se han registrado actos de extrema violencia, como el lanzamiento de piedras y el incendio de contenedores. Los Mossos han detenido a un individuo como presunto autor de las agresiones con arma blanca. Testigos han expresado su temor, señalando: «Estamos atemorizados, estos individuos generaban problemas y la gente ha dicho basta».

Fuentes vecinales apuntan que al menos cuatro de los okupas, considerados conflictivos, habrían cometido robos en comercios locales. Ocupaban ilegalmente un local en la carretera de Barcelona, en el número 669, lo que había incrementado los robos y agresiones en el barrio.

Un grupo de vecinos se organizó para presionar su salida, citándose a las 22 horas en la zona de Campoamor. En la disputa, que reunió a cientos de personas, hubo heridos en ambos bandos y agresiones graves que necesitaron la intervención del SEM. La violencia desatada refleja el hartazgo acumulado por los residentes ante la situación.

El 2 de julio, un centenar de vecinos del barrio de les Termes se concentró frente a un local ocupado ilegalmente en la ronda de Santa María para exigir su desalojo. Los okupas, presentes desde Sant Joan, estaban vinculados a robos, intimidaciones y amenazas con armas blancas.

Al día siguiente, un juzgado autorizó el desalojo definitivo del local, con la participación de la Policía Municipal y los Mossos. Los vecinos celebraron la medida, afirmando: «Esperamos que no regresen jamás, iban con machetes y tenían atemorizados a los vecinos».

En los días previos, tanto en les Termes como en el barrio de la Creu de Barberà, los residentes ya habían denunciado un aumento de la violencia, con frecuentes peleas, robos e intimidaciones. Estos incidentes han agravado la sensación de inseguridad, llevando la convivencia al límite en ambos barrios de Sabadell.