Por Redacción

Los Mossos d’Esquadra detuvieron el pasado 9 de julio al imán del barrio de la Marca de l’Ham, en Figueres, acusado de maltratar a niños que asistían a una escuela islámica en la Mezquita Al-Rahma, y de difundir discursos salafistas. La operación policial ha generado conmoción en la localidad por la gravedad de las acusaciones.

La comunidad musulmana del barrio tomó medidas drásticas al expulsarlo de la escuela islámica y alertar a las autoridades sobre su comportamiento. Familias denunciaron que el imán golpeaba a los niños con una vara o les daba bofetadas, además de obligar a las niñas a llevar velo, algo que no todas apoyaban.

Los presuntos maltratos habrían ocurrido entre finales de 2024 y la primavera de 2025. El hombre, de unos 40 años, pasó una noche en prisión, aunque actualmente está en libertad. Los padres pagaban entre 5 y 10 euros al mes por clases de árabe y Corán, pese a que no tenía titulación.

El agresor vivía en un piso ocupado ilegalmente con su mujer y cuatro hijos tras llegar a Figueres hace dos años. Ahora, la Policía Nacional evalúa su posible expulsión del país, según informó la periodista Anna Punsí. Este caso ha reavivado el debate sobre la supervisión de ciertas actividades religiosas.

Cabe recordar que en enero pasado el Ministerio del Interior expulsó a dos imanes de Cataluña por discursos radicalizados. Uno era de Figueres y el otro de La Jonquera, ambos marroquíes de 42 y 44 años. Estas acciones reflejan la firmeza frente a conductas que amenazan la convivencia.