Por Norberto Domínguez

La medianoche del lunes al martes marcó la cuarta jornada consecutiva de tensión en Torre Pacheco, Murcia, tras la agresión sufrida por un vecino de 68 años el pasado miércoles. Este hombre, ya fuera de peligro, fue golpeado a primera hora de la mañana al salir de su casa por un inmigrante de origen marroquí, mientras otros dos grababan la agresión. Todos los sospechosos han sido detenidos por las autoridades.

Los magrebíes lanzaron botellas de cristal a la Guardia Civil / EFE

Durante la pasada noche, unos cincuenta magrebíes, muchos con rostros cubiertos por ropa y capuchas, se enfrentaron a agentes de la Guardia Civil lanzando botellas de cristal. La respuesta policial fue inmediata con una carga disuasoria, disparando pelotas de goma, lo que forzó al grupo a replegarse hacia el barrio de San Antonio.

La noche transcurrió con relativa calma y sin detenciones ni heridos. Un hecho menor ocurrió antes, cuando la turba de magrebíes colocaron una barricada de contenedores en una calle del municipio. Sin embargo, ellos mismos la retiraron minutos después, evitando la necesidad de intervención policial.

Líderes religiosos de la comunidad musulmana local han actuado para calmar los ánimos. Con autorización de las autoridades, varios imanes de mezquitas se dirigieron a los agresores congregados en las calles, instándoles a «volver a sus hogares» y evitar altercados.

Un amplio dispositivo de seguridad, coordinado entre la Guardia Civil y la Policía Local, se mantiene activo en Torre Pacheco. Desde las 19:00 horas, controles preventivos en puntos estratégicos han impedido la presencia de colectivos que intentaron acceder al municipio.

La rotonda Antonio Martínez ‘El Vinatero’, cercana a la calle Río Guadalentín, es un foco de especial vigilancia. Este lugar, habitual para celebraciones de los marroquíes, como las del pasado Mundial de fútbol, donde Marruecos llegó a semifinales, ha estado bajo estricta supervisión para evitar concentraciones que puedan derivar en conflictos.

La situación en Torre Pacheco refleja la delicada convivencia cuando la inmigración e inseguridad van acompañadas de la mano. Aunque ha habido brotes de extra violencia, así como agresiones a distintas personas españolas, la respuesta institucional y comunitaria ha evitado males mayores por ahora. Las próximas jornadas serán decisivas para evaluar si el diálogo y el despliegue preventivo logran frenar una posible escalada.