La Policía Nacional indaga en el descubrimiento del cadáver de un hombre en un contenedor de papel en La Coruña. Este miércoles, alrededor de las 11:30 horas, se halló el cuerpo en las instalaciones de Utramic, una empresa de gestión de residuos situada en la carretera entre San Pedro de Visma y Mazaído.
Este suceso marca el segundo cadáver hallado en esta planta de residuos en los últimos meses. El pasado 11 de diciembre, se descubrió el cadáver de un mendigo de 41 años y nacionalidad marroquí.
Los trabajadores de la planta fueron quienes alertaron al 112 tras encontrar el cuerpo de un hombre en un contenedor de recogida de papel y cartón. Los gestores del centro de emergencias solicitaron la intervención de Urxencias Sanitarias de Galicia-061, así como de la Policía Local y Nacional, que acudieron rápidamente al lugar.
La investigación está a cargo de agentes de la brigada Judicial, aunque también se desplazaron miembros de la Policía Científica para recabar pruebas que ayuden a esclarecer las causas del hallazgo. Una furgoneta de los servicios funerarios acudió al lugar para trasladar el cuerpo, una vez autorizado por la autoridad judicial.
Todo apunta a que las circunstancias de esta segunda muerte son similares a la anterior, donde el cuerpo no presentaba signos de violencia, pero sí lesiones compatibles con el aplastamiento por el camión de recogida de residuos.
En los últimos tiempos, los contenedores de papel se han convertido en un refugio para dormir para muchos mendigos. Vecinos de la plaza de San Pablo alertaron a la policía, tras el primer hallazgo, de que había indigentes en la zona que utilizaban estos contenedores, especialmente los ubicados en la calle Costa Rica, frente a la iglesia, a los que una persona de complexión delgada puede acceder fácilmente por la apertura circular destinada a depositar papel y cartón.
Debido a episodios similares de personas sin hogar que se introducen por el orificio de los contenedores de papel, las patrullas policiales han intensificado las comprobaciones nocturnas en estos puntos de recogida de residuos. A menudo, son los propios ciudadanos quienes, tras presenciar estas situaciones, alertan a las autoridades. Estas instan al sintecho a salir y le explican los riesgos graves que conlleva usar este método de refugio.
Para evitar que nadie tenga que recurrir a tales medidas, tanto los servicios públicos como las entidades solidarias ofrecen servicios de atención a personas sin hogar, incluyendo albergues donde pueden pernoctar, asearse y participar en cursos.