En la madrugada del miércoles, Algemesí se vio sacudida por un terrible doble crimen machista. Leonardo David A. R., de 34 años y origen colombiano, fue detenido como presunto autor del asesinato de su pareja, Alejandra Villegas, de 43 años y de origen venezolano, y de su hijo Samuel, de apenas dos años. El suceso ocurrió en el domicilio familiar, y la titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número uno de Alzira ha decretado su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza.

Tras pasar por los juzgados, el detenido fue trasladado al centro penitenciario de Picassent entre gritos de indignación de familiares y amigos de las víctimas. «¡Asesino de mierda, vas a tener la vida más ruin de la historia!», «Leo, ellos están en el cielo, pero tú a saber dónde vas», «miserable, no vas a salir», «que no te dejen dormir ni un segundo las caras de ellos», le increparon, desahogando su dolor y rabia ante la pérdida irreparable.

Antes de su comparecencia, un médico forense examinó al presunto asesino para determinar si estaba en condiciones de declarar. Aunque una evaluación más exhaustiva de su imputabilidad se realizará más adelante por expertos de la Unidad Psiquiátrica del Instituto de Medicina Legal, la forense no apreció inicialmente patologías que le impidieran ser interrogado por los graves hechos que se le atribuyen en este caso.

Leonardo David A. R. se acogió a su derecho a no declarar, tanto ante el grupo de Homicidios de la Policía Nacional en la comisaría de Alzira como en el juzgado. Sin embargo, a los primeros agentes que llegaron al lugar del crimen les confesó: «He hecho una barbaridad». Este reconocimiento inicial contrasta con su silencio posterior ante las autoridades judiciales en el proceso.

El detenido fue trasladado por la Policía Nacional desde la comisaría de Alzira hasta el juzgado especializado en violencia contra la mujer, ubicado en la avenida Santos Patronos, que atiende casos de los partidos judiciales de Alzira, Xàtiva y Carlet. Llegó minutos antes de las 13:00 horas con la cabeza gacha, sin pronunciar palabra, y fue ingresado rápidamente en los calabozos de las dependencias.

A pesar de no declarar, el presunto asesino mostró calma durante su comparecencia y llegó a corregir a la fiscal cuando esta mencionó que era venezolano. «Disculpe, soy colombiano», puntualizó, dejando ver su atención a los detalles del procedimiento. Esta actitud contrasta con la gravedad de los delitos que se le imputan y que podrían derivar en prisión permanente revisable.

El caso se desencadenó tras una llamada al 112 poco antes de las seis de la mañana del miércoles, alertando de una discusión familiar en un domicilio de la calle Parque Salvador Castell de Algemesí. La abuela materna de Samuel, de 67 años y con alzheimer, bajó a pedir ayuda tras escuchar lo que parecía un ataque. Leonardo David A. R. habría apuñalado a Alejandra por la espalda y estrangulado al niño.

Los hechos revelan una brutalidad extrema: Alejandra recibió más de diez cuchilladas, varias en el cuello, mientras que Samuel, quien cumpliría tres años el 27 de julio, fue estrangulado, presuntamente con el cable de un móvil, en su cama. Tras cometer los crímenes, el detenido se duchó y cambió de ropa antes de que llegaran los agentes de la Policía Local y Nacional al lugar.

Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana informan que Leonardo David A. R. está investigado por dos delitos de asesinato, uno sobre víctima vulnerable por edad, y por maltrato habitual en el ámbito de la violencia de género. La fiscal solicitó prisión provisional debido a la gravedad de los hechos, que podrían acarrear prisión permanente revisable.

Aunque no existían denuncias previas por malos tratos, el entorno de Alejandra Villegas asegura que sufría en silencio un control machista constante por parte de su pareja. Como en muchos casos, la víctima no denunció para no perjudicar al padre de su hijo, quien finalmente se convirtió en el verdugo de ambos en esta trágica historia de violencia de género.