Un marroquí de 24 años que llegó en patera a Canarias perdió la vida el pasado domingo al ahogarse en la presa de Usako, situada en la comarca del Alto Deba, en Oñati, Guipúzcoa. La víctima llevaba apenas una semana residiendo en el centro de acogida de Oñati, y participaba en una excursión organizada junto a otros inmigrantes del centro y monitores.
Durante la tarde, el grupo decidió pasear por la zona, una actividad habitual en el centro. La víctima se encontraba refrescándose en la presa cuando, junto a otro inmigrante, saltó al agua. Según relataron testigos presentes en el lugar, no logró salir a la superficie, resultando en su fallecimiento por ahogamiento.
El Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco informó que, sobre las 16:00 horas, SOS Deiak recibió un aviso alertando de una persona desaparecida en el agua. Inmediatamente, se movilizaron al lugar efectivos del parque de bomberos de Zubillaga, servicios de Emergencias de Euskadi, Bomberos de Gipuzkoa, Policía Local y la sección acuática de la Unidad de Vigilancia y Rescate, coordinados por un Técnico de Atención de Emergencias.
A pesar de los esfuerzos, a las 18:02 horas, el personal médico confirmó su fallecimiento. El Gobierno Vasco, que gestiona el centro de acogida a través de Zehar, expresó su consternación y activó un servicio de duelo para apoyar a quienes convivieron con la víctima. El Ayuntamiento de Oñati, por su parte, lamentó el hecho con «profunda tristeza», según palabras de la alcaldesa, Izaro Elorza.
Un bombero participante en el rescate relató que una monitora les explicó: «el chico se tiró al agua, pero de repente no salía, no salía». La búsqueda inicial fue complicada debido a la turbidez del agua, que impedía la visibilidad. Finalmente, los buzos especializados de la Ertzaintza intervinieron ante la profundidad de la zona.
Joseba, sargento del parque de Bomberos de Eibar, presente en la operación, detalló que «el cuerpo estaba sumergido en el fondo, a 5 metros de profundidad». Añadió que las labores de rescate se agilizaron al conocer el punto exacto del salto, ya que «le habían visto tirarse al agua». Uno de los buzos logró sacar a la víctima, pero ya estaba sin vida.
La presa de Usako es un lugar muy frecuentado en verano por los habitantes del Alto Deba, una zona sin playa y a 40 kilómetros del mar. Estas pozas naturales son ideales para refrescarse. Según una fuente, «es una zona de baño muy visitada en temporada, aunque ahora no hay socorrista». El ayuntamiento suele dragar la laguna para garantizar seguridad y evitar accidentes.