Dos policías resultaron heridos tras ser agredidos por un inmigrante argelino detenido por un supuesto hurto en la noche del domingo 24 al lunes 25 de noviembre en París. Según fuentes policiales, uno de los agentes fue apartado de sus funciones en la vía pública por defenderse del ataque, según ha informado el medio francés Valeurs actuelles.
El incidente comenzó cuando el inmigrante de 25 años sin hogar fue llevado al comisariado del distrito 8 para quedar bajo custodia. Horas antes, el detenido había ingerido una gran cantidad de medicamentos, como Subutex y Diazepam, lo que complicó su estado. Durante su traslado al Hospital Bichat Claude Bernard para ser evaluado, atacó a los agentes con insultos y agresiones físicas.
Insultos racistas y agresiones durante el traslado médico
Durante el trayecto, el detenido mostró un comportamiento violento y descontrolado. Lanzó insultos en árabe, golpeó las partes íntimas de un policía, intentó morder a varios agentes y escupió dentro del vehículo policial. Tras sospechar que podría tener problemas psiquiátricos, fue trasladado al área médico-judicial del Hôtel-Dieu, donde su actitud agresiva y racista empeoró.
El detenido llegó a amenazar de muerte a los policías y atacó verbalmente a un agente de origen antillano, llamándolo «mono negro» y profiriendo frases como «soy racista» y «te voy a matar». Estas expresiones, junto con continuas agresiones, llevaron a los agentes a usar varias veces sus pistolas de impulsos eléctricos para protegerse.
A uno de los agentes le mordió en el brazo y le provocó una herida sangrante que requirió hospitalización. A pesar de los esfuerzos para contener al agresor, este mantuvo su actitud violenta en todo momento.
El detenido nació en la ciudad argelina de Argel y no tenía documentos que acreditasen su identidad, y ese fue otro motivo por el que fue puesto a disposición judicial este martes 26 de noviembre. Se enfrenta a cargos por violencia, amenazas e injurias contra los agentes. Durante el proceso, el agresor se negó a hablar en francés y a identificarse.
Uno de los policías implicados que usó la fuerza para defenderse, ha sido temporalmente apartado de su labor en la vía pública. Esta decisión ha generado indignación en el cuerpo policial, donde consideran injusto el trato hacia el agente en cuestión.
«Este es el resultado de la violencia de un inmigrante que no debería estar en Francia: dos colegas heridos y uno de ellos apartado sin motivo razonable», señaló una fuente cercana a la policía.