La policía catalana ha asestado un golpe contundente a una red de tráfico de drogas en el Port Olímpic de Barcelona. Los Mossos d'Esquadra, en una operación llevada a cabo por agentes de paisano de la comisaría de Sant Martí, han detenido a diez hombres de nacionalidad pakistaní que operaban de forma organizada para vender cocaína y marihuana a turistas en esta concurrida zona de ocio de la ciudad.
Esta red, además de dedicarse a la venta de estupefacientes, recurría a la violencia para enfrentarse a otros grupos rivales por el control del territorio. Según las investigaciones, utilizaban machetes y otras armas blancas que escondían estratégicamente para defender su negocio o atacar a competidores en caso de disputas por el mercado de influencia.
Los detenidos distribuían las funciones dentro del grupo, encargándose de captar turistas y realizar contravigilancias para detectar la presencia policial. También escondían pequeñas cantidades de droga en plantas y muros cercanos para evitar que fueran confiscadas durante las intervenciones. A pesar de no manejar grandes volúmenes, su actividad generaba inseguridad en la zona, especialmente en los alrededores de discotecas y hoteles.
El mes pasado, un incidente violento en el Port Olímpic puso de manifiesto la escalada de tensión entre los clanes dedicados al tráfico de drogas. Un hombre resultó herido por apuñalamiento, un ataque relacionado con este tipo de enfrentamientos. Además, un incendio reciente en un piso de Badalona también se vincula a disputas entre bandas de origen pakistaní.
Los Mossos han confiscado drogas, machetes y otros objetos empleados por este grupo criminal. Aunque los detenidos podrían quedar en libertad próximamente, las autoridades ya han identificado su modus operandi y continuarán vigilando para evitar que reanuden sus actividades.