Un agente penitenciario fue trasladado al hospital tras sufrir un ataque el pasado jueves en la prisión de máxima seguridad HMP Belmarsh, en Reino Unido. El incidente ocurrió cuando Axel Rudakubana, de 18 años y de origen ruandés, presuntamente calentó agua hirviendo en un hervidor dentro de su celda y la arrojó contra el guardia. El oficial fue dado de alta esa misma noche y se espera que regrese a su puesto la próxima semana.
Según informó el medio británico The Sun, la supervisión sobre Rudakubana había sido reducida en las últimas semanas, a pesar de que previamente estaba bajo vigilancia constante en una unidad de atención médica. Este cambio en las medidas de control ha generado preocupación entre los representantes del sector penitenciario sobre los riesgos que implica.
Mark Fairhurst, presidente nacional de la Asociación de Oficiales de Prisiones (POA), expresó su inquietud al citado medio con las siguientes palabras: «¿Por qué otorgamos a personas como Rudakubana los mismos privilegios y libertades que a otros reclusos? No tiene sentido. Debemos basar todo en la evaluación de riesgos y evitar que tengan acceso a objetos con los que puedan agredir al personal. Necesitamos unidades de seguridad máxima, inspiradas en el sistema estadounidense, para internos como él. Presos de este tipo nunca se reformarán ni rehabilitarán».
Por su parte, Robert Jenrick, secretario de Justicia en la sombra, comparó este incidente con un ataque reciente a guardias por parte del terrorista de Manchester Arena, Hashem Abedi, en un video publicado en la red social X. En sus declaraciones afirmó: «Nunca debemos priorizar los derechos de criminales y terroristas por encima de la seguridad de los oficiales de prisiones. El secretario de Justicia del Partido Laborista debe tomar el control de la situación, o temo que sea solo cuestión de tiempo antes de que un guardia pierda la vida».
Rudakubana cumple una condena mínima de 52 años por el asesinato de tres niñas, Alice da Silva Aguiar de nueve años, Bebe King de seis y Elsie Dot Stancombe de siete, durante una clase de baile temática de Taylor Swift en Southport, Reino Unido, el pasado julio de 2024. También intentó asesinar a otros ocho menores, a la instructora Leanne Lucas y al empresario John Hayes.

Además, fue condenado por posesión de un cuchillo, producción del veneno mortal ricina y tenencia de información útil para actos terroristas. En un registro de su domicilio se halló ricina y un archivo PDF titulado Military Studies in the Jihad against Tyrants: The Al-Qaeda Training Manual, en su poder desde el 29 de agosto de 2021.
Se habían manifestado preocupaciones sobre el comportamiento violento de Rudakubana en la escuela, y fue derivado tres veces al programa antiterrorista Prevent desde los 13 años, una de ellas por su interés en perpetrar una masacre escolar. Sin embargo, Prevent determinó que no tenía motivaciones terroristas ni representaba una amenaza de ese tipo.
Un portavoz del Servicio Penitenciario señaló: «La policía está investigando el ataque a un oficial de prisiones en HMP Belmarsh ocurrido ayer. La violencia en las cárceles no será tolerada y siempre buscaremos el castigo más severo posible para los agresores de nuestro dedicado personal».