Un grupo de ciudadanos intervino con firmeza en la plaza de la Catedral de Barcelona para retener a un ladrón magrebí de 24 años, acusado de robar un reloj Rolex valorado en 30.000 euros a un turista. Los hechos ocurrieron el pasado miércoles, 7 de mayo, alrededor de las cuatro de la tarde, en una zona muy concurrida de la ciudad.

Agentes de la comisaría del Ensanche de Barcelona (Eixample) de los Mossos d'Esquadra recibieron un aviso sobre lo que parecía ser una pelea en la vía pública. Al llegar al lugar, junto con una patrulla de la Policía Nacional, constataron que no se trataba de una simple disputa. Varios transeúntes habían reducido al suelo a un ladrón, quien presentaba heridas por los golpes recibidos por el turista al que robó y por su amigo, al intentar escapar tras el robo del reloj.

A pesar de la rápida actuación de los ciudadanos, el valioso objeto no pudo ser recuperado, ya que un segundo ladrón, también de origen extranjero, huyó con el Rolex. Los Mossos han iniciado una investigación para identificar al cómplice y localizar el reloj, aunque reconocen que las posibilidades de recuperarlo son escasas debido a la agilidad del mercado negro de estos artículos de lujo.

Este caso se suma a otros dos incidentes recientes en los que ciudadanos han optado por actuar directamente contra ladrones en el centro de Barcelona. Hace pocas semanas, en la calle Casp, un grupo retuvo a otro delincuente tras un robo similar. Asimismo, la semana pasada, un vídeo viral mostró cómo los motoristas de los Mossos detuvieron a un delincuente magrebí que intentó robar una cámara a un fotógrafo asiático.

El detenido por el robo del Rolex, con dos antecedentes previos, fue puesto a disposición del juzgado de guardia al día siguiente y quedó en libertad con cargos. Actualmente, se encuentra nuevamente en la calle. Por otro lado, el ladrón del incidente con el fotógrafo, relacionado con una brutal agresión en una discoteca, está siendo buscado por los Mossos para su detención.

Finalmente, cabe destacar que los robos de relojes representan ya el 10% de los delitos con violencia en Barcelona, una cifra que aumenta en verano debido a la afluencia de turistas. El grupo especializado Titani de los Mossos trabaja en la prevención e investigación de este tipo de sustracciones, consideradas un problema creciente en la ciudad.