Por Norberto Domínguez

El tráfico de drogas a pequeña escala en zonas turísticas de Ibiza es, lamentablemente, un problema recurrente. En lugares como Playa de Bossa (Platja d’en Bossa), existen ‘clanes’ de diversas nacionalidades y etnias que se dedican a vender sustancias a los visitantes. Esta actividad, lejos de ser esporádica, se ha consolidado como una realidad visible y preocupante en la isla.

En la madrugada del viernes, dos agentes de la Policía Local de Sant Josep fueron atacados por un conocido camello senegalés en Playa de Bossa. El agresor, habitual en la zona, infligió cortes profundos en el brazo de uno de los policías y causó múltiples contusiones al otro durante un violento enfrentamiento, según ha informado la Policía Local de Sant Josep y ha verificado Invadidos.com y el Periódico de Ibiza y Formentera.

Los hechos ocurrieron en la calle Playa de Bossa, frente a la entrada de un conocido parking de tierra. Los agentes, que patrullaban a pie, observaron al senegalés recoger algo del suelo cerca de la vegetación, un lugar habitual para ocultar drogas. Al acercarse, le escucharon ofrecer cocaína y MDMA en inglés a unas turistas, lo que motivó su intervención inmediata.

Durante la actuación, el individuo arrojó la droga al suelo y se resistió al cacheo pese a las reiteradas órdenes de los agentes. Finalmente, huyó corriendo del lugar. Los policías iniciaron una persecución al grito de «alto policía», pero el sospechoso, al ser alcanzado, empujó violentamente a uno de ellos contra una señal, causándole una grave y profunda herida en el antebrazo izquierdo.

El agente herido perdió abundante sangre tras el impacto, pero recibió primeros auxilios por parte de sanitarios de una discoteca cercana, quienes lograron contener la hemorragia. Mientras tanto, el segundo agente forcejeó durante tres minutos con el agresor, recibiendo patadas y golpes. Un testigo intentó ayudar, pero también fue agredido con un puñetazo en el ojo.

El policía con la herida profunda en el brazo fue trasladado de urgencia al hospital Can Misses debido a la gravedad de su estado. Tras un intenso forcejeo, el camello senegalés fue finalmente detenido.

José Antonio Granados, jefe de la Policía Local de Sant Josep, compartió en redes sociales una reflexión crítica sobre lo sucedido. «Cada vez son más frecuentes los episodios en los que el personal público es agredido, situaciones que nos indignan al ver cómo nuestra seguridad se ve amenazada de forma gratuita», afirmó, extendiendo su preocupación a otros cuerpos como Guardia Civil o sanitarios.

Granados también señaló la presencia constante de vendedores de drogas en Playa de Bossa, y lamentó: «Muchos vecinos nos dicen que cada 10 metros hay personas, a menudo de origen senegalés, dedicadas a esto. No seamos hipócritas: todos lo vemos, sean de origen español o magrebí. Pero detenerlos no es sencillo, vivimos en un país con garantías, y eso a veces complica la actuación policial».

El jefe de policía defendió su labor de proteger la sociedad, pero denunció la falta de herramientas adecuadas. «Los legisladores olvidan que toda acción debe tener una reacción. Agredir a un servidor público, como a un policía o un sanitario, es un ataque a toda la sociedad. Necesitamos medidas que reflejen la gravedad de estos actos», reclamó con firmeza en su mensaje.

Granados cuestionó la ausencia de recursos como los dispositivos eléctricos de contención (Táser), aún en almacenes por falta de normativa, y la sobrecarga de jueces y fiscales que enfrentan a los mismos delincuentes repetidamente. «¿De verdad creen que son ajenos a esta realidad? Están desbordados», criticó, exigiendo más apoyo para la justicia y la seguridad.

Además, destacó el creciente desánimo entre los policías, muchos de los cuales optan por destinos en oficinas por miedo o por sopesar riesgos. «No saben si volverán a casa al iniciar el turno. La gente se cansa de luchar sin resultados, y a veces los enemigos están dentro, cuando se burlan de quien quiere salir a pelear cada día», reflexionó con pesar.

El jefe policial expresó su temor por el futuro: «Me preocupa hasta dónde tendremos que llegar para un verdadero cambio. No quiero dictaduras, pero tampoco narcoestados donde la violencia mande. Aunque estemos lejos, vamos por esa senda». Deseó una pronta recuperación al agente herido y reiteró su apoyo a todos los que arriesgan su vida en esta profesión.

Finalmente, Granados reclamó eliminar barreras para contratar policías, sanitarios y bomberos, ofreciendo salarios justos y recursos adecuados. «Esto mejorará la convivencia, la seguridad ciudadana y la paz pública. Gracias a quienes hacen de este país un lugar mejor», concluyó, en un llamamiento a reforzar la protección de los servidores públicos.