Un hombre de 33 años, sin hogar y dedicado a la venta ambulante, sufrió una grave agresión el martes por la noche en la comuna de Sarcelles, en Francia. El ataque ocurrió alrededor de las 19:30 horas frente a la estación de Garges-Sarcelles, donde recibió una cuchillada que le provocó una profunda herida en el abdomen, dejando parte de sus intestinos expuestos. A pesar de la gravedad del estado inicial, los servicios de emergencia confirmaron que su vida no corría peligro tras ser trasladado de urgencia al hospital.

La Policía Municipal de Sarcelles fue la primera en llegar al lugar tras ser alertada. Mientras los agentes nacionales asumían el control de la situación, aplicaron un punto de compresión para contener la hemorragia hasta que llegaron los bomberos y el personal del Samu. La rápida intervención permitió estabilizar a la víctima antes de su traslado.

El agresor fue detenido pocos minutos después

Gracias al testimonio de un testigo, la policía localizó al presunto agresor cerca de un estanco en la plaza Salvador-Allende, a poca distancia de la estación. Se trata de un africano que llevaba consigo un cuchillo, aparentemente el utilizado en la agresión. El sospechoso fue identificado por el testigo y trasladado a la comisaría de Sarcelles, donde permanece bajo custodia mientras se investigan los motivos y circunstancias del ataque. Por el momento, no se ha confirmado si la víctima estaba vendiendo tabaco en el momento de la agresión.

El tráfico ilegal de tabaco cerca de las estaciones del Val-d’Oise, incluido Garges-Sarcelles, sigue siendo un foco de conflictos violentos entre vendedores. Este comercio clandestino genera tensiones por la disputa de territorios, lo que ha llevado a múltiples agresiones en el pasado. A principios de noviembre, tres vendedores fueron atacados en su casa en la población de Goussainville por un grupo que les golpeó y disparó con un arma de perdigones, causando lesiones graves a uno de ellos.

Según el fiscal, las rivalidades entre vendedores a menudo terminan en violencia. Además, señaló que el tráfico de tabaco genera una economía ilícita lucrativa, considerándola una actividad menos arriesgada en comparación con el narcotráfico, pero igualmente perjudicial para la seguridad pública.

Comentarios