Agentes de la Guardia Civil descubrieron aproximadamente 38 kilogramos de hachís en el interior de un coche Mercedes Viano, camuflados en compartimentos disimulados dentro de la estructura del vehículo y en zonas intermedias de la tapicería. La sustancia estaba envuelta en paquetes que imitaban productos comerciales, como barras de chocolate KitKat, o presentaban imágenes alusivas a la marihuana.

El detenido emprendía este trayecto de manera independiente, pero su plan fue frustrado por la intervención policial. Actualmente, permanece en prisión preventiva a la espera de que se lleve a cabo el proceso judicial por un presunto ilícito relacionado con la salud pública.

El puerto de Ceuta se consolida como un punto crítico para el trasiego de sustancias estupefacientes, destacando por las ingeniosas tácticas empleadas tanto en los escondrijos como en los empaques, diseñados para aparentar inocuidad o señalar destinatarios específicos mediante simbología particular.