El prefecto francés Alexandre Brugère ha ordenado el cierre inmediato del Instituto Lissen tras detectar importantes irregularidades en las medidas de seguridad contra incendios. Estas fallas representan un peligro directo para la vida de los menores que se encuentran acogidos en el centro, lo que ha motivado una actuación rápida por parte de las autoridades competentes.
Durante las inspecciones realizadas, se hallaron diversos carteles que mostraban a adultos y niños sin rostro, un descubrimiento que ha generado preocupación. Este tipo de elementos ya había sido encontrado previamente en otras instalaciones vinculadas a la difusión de un islam radical, lo que plantea serias interrogantes sobre las actividades del centro.
En línea con las directrices establecidas por el ministro del Interior, se ha dejado claro que no se tolerará ningún tipo de relación con el islamismo. Esta medida refleja el compromiso de las autoridades francesas de actuar con firmeza ante cualquier indicio de radicalización en instituciones educativas o de acogida.