Una violenta pelea entre jóvenes de origen magrebí sacudió anoche la calle Malakate, en el municipio vizcaíno de Getxo. El enfrentamiento, ocurrido en la zona de las antiguas barreras, resultó en cuatro detenidos y dos heridos. Hasta siete patrullas policiales acudieron al lugar ante la gravedad de los hechos, según relataron vecinos testigos del altercado. La riña tuvo lugar cerca de una vivienda ocupada frecuentada por los implicados.
La Ertzaintza recibió el aviso a las 22:00 horas del domingo sobre una riña tumultuaria en la mencionada calle. Tras la rápida intervención de los agentes, cuatro individuos fueron arrestados por un presunto delito de riña tumultuaria. Dos hombres sufrieron heridas y fueron trasladados a centros sanitarios distintos. Por suerte, sus lesiones no son graves, según fuentes policiales.
Vecinos de la zona describieron la brutalidad del enfrentamiento. Algunos señalaron que quedó un charco de sangre en el lugar de los hechos. Fuentes cercanas a la investigación indicaron que los jóvenes implicados residen en una casa abandonada cercana. Este lugar, ocupado ilegalmente, es conocido por ser punto de reunión de personas en situación de exclusión social.
El Ayuntamiento de Getxo declinó pronunciarse sobre el incidente y remitió toda información a la Ertzaintza. Un portavoz municipal afirmó: «Ese asunto lo lleva la Ertzaintza, por lo que tendrás que contactar con su gabinete de prensa para obtener datos». Esta postura ha generado malestar entre algunos residentes que esperaban una respuesta oficial más directa y clara.
Esta decisión municipal implica que el suceso no figurará en la memoria anual de la Policía Municipal, como ha sucedido en casos previos. Algunos sectores vecinales y observadores critican esta práctica. Denuncian que podría tratarse de una manipulación estadística de los datos de delincuencia, especialmente en los balances oficiales de cierre de año.
Los cuatro detenidos permanecen bajo custodia policial a la espera de pasar a disposición judicial. Así lo ha confirmado la Ertzaintza, que sigue investigando los detalles de la pelea. Mientras tanto, la preocupación entre los vecinos de la calle Malakate crece ante la reiteración de episodios de violencia vinculados a la vivienda ocupada.