Un establecimiento situado en la calle Sagitari, en el barrio de la Marca de l'Ham de la localidad de Figueres (Gerona), ha sido objeto de un importante operativo policial. Este bar, conocido por ser uno de los más conflictivos de la capital del Alto Ampurdán, está en el punto de mira de las fuerzas de seguridad, junto con otros dos locales de la misma zona, debido a las constantes quejas vecinales.
El negocio está gestionado por personas de nacionalidad marroquí y no solo ofrece comida típica del Magreb, sino que también se ha convertido en un punto de venta de sustancias estupefacientes. Esta actividad ha atraído a individuos problemáticos, generando un ambiente de inseguridad y molestias continuas para los residentes del entorno, que denuncian la situación desde hace tiempo.
El pasado viernes por la noche, en el marco de los controles periódicos que se realizan en locales que afectan la convivencia, se llevó a cabo una intervención conjunta entre la Guardia Urbana, los Mossos d'Esquadra y una unidad canina. Durante la operación, los agentes identificaron y registraron a las personas presentes en el establecimiento, culminando con la detención de cuatro individuos.
Tres de los arrestados fueron acusados de un presunto delito contra la salud pública por tráfico de drogas, mientras que el cuarto tenía una orden de detención pendiente. Dos de los detenidos eran clientes del bar, y los otros dos eran los responsables del local, lo que obligó a cerrar temporalmente el establecimiento al no haber nadie más que pudiera hacerse cargo del mismo.
Desde el Ayuntamiento de Figueres han aclarado que el cierre no implica una clausura definitiva. Una vez que los propietarios recuperen la libertad, si así lo determina el juez, podrán reabrir el bar, lo que podría suponer la reanudación de las molestias para los vecinos de la zona, según han manifestado las autoridades locales.