La Policía alemana ha abatido a tiros a un solicitante de asilo afgano de 27 años. El inmigrante estaba buscado por la Fiscalía de Ulm para cumplir una pena de cárcel por agresiones físicas graves, y atacó con un cuchillo a dos agentes, dejando a uno de ellos herido de gravedad.

El suceso tuvo lugar cuando una pareja de policías acudió al domicilio del individuo para detenerlo. En ese momento, el afgano blandió un cuchillo y agredió a los agentes, quienes, en defensa propia, hicieron uso de sus armas reglamentarias. Tras varios disparos, el atacante falleció en el lugar de los hechos.

La Fiscalía de Ulm informó que el agente herido sufrió cortes y puñaladas graves, aunque su vida no corre peligro. La investigación del caso ha sido asumida por la Oficina de Investigación Criminal de Baden-Württemberg, en colaboración con el Ministerio Público de Ulm, para esclarecer los hechos.

El Sindicato Alemán de Policía señaló que este año los agentes han usado sus armas en siete ocasiones en Baden-Württemberg. El caso más reciente, antes de Wangen, ocurrió a mediados de abril en Hilzingen, cerca de la frontera suiza, donde un agresor murió tras intentar atacar a una patrulla con un hacha.

Días antes, otro incidente similar tuvo lugar en Schramberg, cerca de Tubinga, donde un hombre fue abatido por la Policía tras apuntarles con un arma de fuego. A pesar de las reiteradas órdenes de los agentes para que la entregara, el sujeto se negó, lo que derivó en el fatal desenlace.

Ralf Kusteter, presidente regional del Sindicato Alemán de Policía (DPolG), lamentó el aumento de agresiones contra los agentes. «Cada vez somos más víctimas de la violencia. Otra vez un cuchillo», afirmó. Criticó la inacción política y expresó su frustración: «Estamos cansados de condolencias. ¿Cuándo actuará el ministro del Interior ante quienes van armados con cuchillos?».