Por Norberto Domínguez

Un pederasta de origen guineano ha ingresado en prisión provisional sin fianza en Pamplona acusado de graves delitos contra menores. La titular del Juzgado de Instrucción número 3 ha dictado esta medida tras los hechos ocurridos en la noche del 5 al 6 de julio durante las fiestas de Sanfermines. El detenido intentó llevarse por la fuerza a una niña de 10 años en la zona de barracas y agredió sexualmente a otra menor en las inmediaciones del ascensor de Descalzos al tocarle el glúteo.

La jueza le imputa cargos por agresión sexual a menor, detención ilegal y lesiones. Según el auto, las denuncias de las madres de las víctimas de 10 años detallan que el 5 de julio, sobre las 22.40 horas, el acusado tocó con ánimo libidinoso a una de las niñas cerca de los ascensores de la calle Descalzos en Pamplona y la manoseó sin su consentimiento.

El detenido había intentado raptar a otra menor de 10 años. La cogió en brazos al bajar de una atracción en la feria del paseo del Runa en Rochapea y trató de llevársela. Transeúntes lo detuvieron al ver a la niña llorando y visiblemente afectada. Este acto fue frustrado gracias a la rápida intervención de quienes presenciaron la escena.

La menor raptada presenta lesiones en la espalda según un parte médico. Estos daños se produjeron mientras era trasladada contra su voluntad por el acusado. Este hecho refuerza la gravedad de los cargos que se le imputan y evidencia el impacto físico que sufrió la niña durante el intento de sustracción en plena celebración de Sanfermines.

La identificación del pederasta fue inmediata. Las madres de las víctimas y testigos presenciales lo reconocieron en el momento de la detención. Tanto el intento de rapto en la feria como la posterior agresión sexual cerca del ascensor de Descalzos fueron corroborados por quienes estaban en el lugar y presenciaron los hechos.

El detenido negó las acusaciones ante la jueza. Afirmó tener trabajo en Navarra, pero vive en la calle sin domicilio conocido. Este dato, sumado a la gravedad de los delitos y el riesgo de fuga, llevó a la magistrada a decretar prisión provisional. También se busca evitar la reiteración delictiva dada la cercanía temporal entre ambos ataques a menores de 10 años.

La jueza argumenta que las penas elevadas por estos delitos y la protección de posibles víctimas justifican la medida. Subraya que el acusado actuó contra dos niñas en un corto lapso de tiempo el mismo día. Por ello, considera necesario asegurar su presencia judicial y prevenir nuevos actos contra menores.