El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) reveló el lunes una nueva política de la administración del presidente Donald Trump. Esta política busca incentivar a los inmigrantes indocumentados en Estados Unidos a que se autodeporten, ofreciéndoles un estipendio de 1.000 dólares junto con billetes de avión gratuitos.
A través de la aplicación CBP Home, los inmigrantes indocumentados elegibles podrán expresar su deseo de abandonar el país. Quienes participen en este programa serán considerados de menor prioridad para la detención. Una vez confirmada su salida voluntaria, recibirán el incentivo económico prometido.
Durante un evento en la Casa Blanca, el presidente Trump sugirió que algunos participantes podrían tener la oportunidad de regresar legalmente a Estados Unidos en el futuro. «Vamos a trabajar con ellos para que tal vez algún día, con un poco de esfuerzo, puedan regresar, si son buenas personas, si son el tipo de personas que queremos en nuestro país», declaró Trump.
En este contexto, el presidente también advirtió sobre las consecuencias para aquellos que no aprovechen esta oferta. «Si no lo hacen, serán sacados de nuestro país y nunca tendrán un camino para regresar. Y será un proceso mucho más complicado», añadió, subrayando la severidad del proceso de deportación para quienes no se acojan a la iniciativa.
La secretaria del DHS, Kristi Noem, describió esta medida como la «mejor, más segura y más rentable manera» para que los inmigrantes indocumentados eviten ser arrestados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Noem instó a los inmigrantes a «descargar la aplicación CBP Home HOY y autodeportarse».
Según estimaciones del DHS, los procedimientos de deportación tradicionales cuestan un promedio de 17.121 dólares por individuo. En contraste, este programa de auto-deportación podría reducir los costos en aproximadamente un 70%, situando el gasto promedio en unos 4.500 dólares por inmigrante, incluso después de considerar el estipendio y la asistencia para el viaje.
Durante su campaña de reelección, Trump prometió detener lo que llamó «la invasión de ilegales» y llevar a cabo la «mayor operación de deportación» en la historia de Estados Unidos. En los primeros 100 días de su segundo mandato, ICE ha arrestado a más de 150.000 inmigrantes indocumentados y ha deportado a más de 139.000, según un informe publicado por la Casa Blanca. La administración tiene como objetivo alcanzar un millón de deportaciones en su primer año.
Además, Trump ha incrementado la contratación de personal para la vigilancia fronteriza y ha negado financiamiento federal a las jurisdicciones que se consideran refugios para inmigrantes. Sin embargo, algunas de sus medidas de deportación siguen enfrentando desafíos legales. El presidente ha declarado una emergencia nacional, autorizando el despliegue de fuerzas armadas para ayudar a asegurar la frontera.